Registro de Contraataques de Transmigracion Rápida de la Carne de Cañon (4)

Capítulo 763: Lo mismo que la Princesa Ming Zhu

Según el estado de la Princesa Ming Zhu, no importa cómo se mire, no era apropiado que ella se quedara en la Residencia del General. No solo existía la diferencia entre un monarca y un súbdito, existía la diferencia entre hombres y mujeres, así como su reputación de mujer soltera.

Claramente la estaban tomando en consideración y habían preparado platos vegetarianos especialmente para que pudiera mostrar piedad filial hacia su familia, pero en realidad estaba diciendo que no necesitaban reprimirse en su cuenta.

¡A pesar de que el difunto requería el debido honor! Los músculos faciales de la vieja Madame Shen temblaron mientras reprimía sentimientos abrumadores de molestia y disgusto.

— Princesa, ¿no te gusta la comida que te he preparado? — An Lingyun se sintió un poco agraviada. Ella había preparado esto especialmente para la Princesa Ming Zhu ya que sus padres habían fallecido.

La Princesa Ming Zhu se apresuró a explicar en un tono conmovido: — No es eso, Lingyun, ¿sabes lo conmovida que estoy? Pero quiero ser como ustedes, no quiero que me traten especialmente como un extraño. Quiero formar parte de tu familia. Tu familia es tan cálida. Hay una abuela amable, un padre sobresaliente y una madre noble y digna.

An Lingyun inmediatamente perdonó a la Princesa Ming Zhu y An Yu también agregó: —No te preocupes por nada mientras te quedas aquí. Te cuidaremos bien.

An You entró, vestido con ropa azul agua y dijo: — Todos, no hay necesidad de preocuparse por la Princesa Ming Zhu todo el tiempo. Trátenla como a un miembro de la familia. No es necesario excluirla ni darle un trato especial. Permítele sentir el calor de una familia.

— General. —La Princesa Ming Zhu miró hacia An You, enamorada, con los ojos llenos de emoción. Sin embargo, cuando vio a la serena y digna madame, volvió a sentir lástima por sí misma. Ya tenía esposa, una esposa noble y digna.

Sin embargo, no pudo evitar añorar su calidez. Quería estar envuelta en su calidez. Dios, por favor, permítele disfrutar un poco más de la calidez del general. Cielos, perdona su codicia.

Cuando la anciana escuchó lo que dijo su hijo, frunció tanto el ceño que prácticamente se asfixió.

Por otro lado, Ning Shu se reía por dentro. Parecía viejo, pero por dentro era completamente inmaduro. Nunca recibió la guía de una figura paternal y nunca había sentido mucha carga por la responsabilidad. Su madre fue indulgente y su esposa se rindió a él, por lo que en realidad, nunca tuvo que enfrentar tanta dureza del mundo.

Esencialmente, era igual que la Princesa Ming Zhu.

Se embarcó en una campaña para huir de sus propios sentimientos, pero ¿cómo podría alguien que estaba agobiado por problemas amorosos concentrarse en las batallas en serio? Ignoró por completo el rastro de huesos de soldados acumulados detrás de él.

Él, que había triunfado en todas las batallas, en realidad perdió esta vez. La humillación sumada al tormento emocional lo llevó a suicidarse, pero al final, la Princesa Ming Zhu se apresuró a llegar justo a tiempo y decidió volver a vivir.

Luego volvió corriendo diciendo que quería estar con la Princesa Ming Zhu.

Ning Shu solo quería preguntar, ¿cómo está tu cara? ¿Cómo diablos es tu cara tan gruesa?

An You era solo un anciano que no conocía la vergüenza, un esposo que no conocía la lealtad, un padre que no merecía respeto, un hijo que no era filial y un sujeto que no tenía inteligencia. Era un hombre que era la definición de oro y jade por fuera, material en mal estado por dentro.

No era posible verlo en tiempos normales, pero tan pronto como sucedieran algunas cosas, su verdadero carácter se revelaría en su totalidad por completo. Por ejemplo, estaba este asunto de la Princesa Ming Zhu. Mostró una completa falta de inteligencia.

Ning Shu dijo: — La princesa tiene un estatus alto y noble. ¿Cómo podría ella ser como nosotros?

— Puedo, ¿por qué no puedo? Quiero hacerme amiga de todos, todos somos iguales —dijo la Princesa Ming Zhu con firmeza.

Jesús, ah. Ning Shu se quedó completamente sin palabras.

La mirada de An Yu mientras observaba a la Princesa Ming Zhu se hizo aún más brillante mientras que la expresión de An Lingyun se llenó de adoración. Ning Shu entrecerró los ojos mientras miraba a sus hijos. Parecía que necesitaba hacer algo.

Todos se sentaron, pero el ambiente era muy extraño. El color de la cara de la vieja Madame Shen Shi era muy pobre, pero An You no se dio cuenta en absoluto y solo miró con una sonrisa mientras sus hijos charlaban felices con la Princesa Ming Zhu.

Ning Shu vio que la mano de la anciana temblaba de ira mientras apretaba los palillos. Claramente, le estaba costando mucho soportar esto.

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