Capítulo 770: ¡Mi Amo, Mi Señor, Mi Dios, Mi Fe!

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— ¡An You, yo también te amo! Siempre recordaré cómo nos conocimos. Te elevaste a caballo, descendiste del cielo como un dios para salvarme. ¡Desde ese día, en mi corazón, te convertiste en mi amo, mi señor, mi dios, mi fe, todo lo que siento y todo lo que veo! No puedo hacer nada al respecto, ¡esto es todo lo que me llena el corazón! Entonces, si quieres que me mantenga a distancia de ti, ¡está bien! Si quieres que controle mi mirada, ¡también está bien! Quieres que deje de hablarte tanto como sea posible, lo haré. Pero hay una cosa que no tienes derecho a controlar, ni tienes la capacidad de controlar, ¡y es mi corazón!

La Princesa Ming Zhu miró hacia An You, con los ojos llenos de amor y lágrimas. Sus pupilas parecían arder con una luz abrasadora y determinación. — El amor que he dado, nunca lo retiraré, ni me arrepentiré. ¡Incluso si este amor fuera solo un juego para ti, para mí es eterno!

Las pupilas de An You temblaron levemente mientras miraba a la Princesa Ming Zhu. Estaba demasiado conmovido. Después de estas palabras, no se atrevió a decir nada. Comparado con su decisión y determinación, ¡él parecía tan falto en comparación! Se sentía tan inferior frente a ella. Contenidos en estos sentimientos de inferioridad y dolor muy intenso, estaba el amor extremadamente doloroso. Este amor era algo que nunca antes había sentido en esta vida.

An You miro a la Princesa Ming Zhu. Debajo de la iluminación de la luna, sus mejillas resaltaban con un brillo brumoso parecido a una perla. Su rostro estaba lleno de pasión y desesperación. An You no podía hablar, él no podía pensar. Estaba completamente asombrado y cautivado.

Poseía un amor tan sincero, puro e intenso. Estaba aterrorizado, pero también encantado.

Ning Shu: ...

Mi amo, mi señor, mi dios, mi fe.

¿Qué diablos fue todo eso? Después de escuchar lo que dijo la Princesa Ming Zhu, Ning Shu sintió un dolor de muelas tan fuerte que se sintió como si sus dientes ya no existieran.

Este grado de desvergüenza refrescó una vez más la visión del mundo de Ning Shu.

— ¡Ellos, ellos! — An Lingyun señaló a los dos. Ning Shu miró y vio que An You y Ming Zhu se habían unido y ahora se estaban besando.

Ning Shu sacó de esta escena a An Lingyun, que estaba congelada en estado de conmoción, y la llevó a su habitación.

An Lingyun estaba tan enojada que su rostro estaba pálido. — ¿Cómo pudo Ming Zhu hacer esto? ¿Cómo podía arrebatarme a papá? ¡Siempre he pensado en ella como mi cuñada!

El color facial de Ning Shu se oscureció y An Lingyun inmediatamente cerró la boca. Sin embargo, su rostro estaba lleno de indignación. Indignación porque Ming Zhu la había engañado.

Ning Shu observó el comportamiento de An Lingyun. A pesar de lo que acaba de suceder, An Lingyun no dijo una sola palabra sobre lo injusto que era con su madre.

¿Cómo se suponía que iba a salvar a una niña así?

En serio, era lo más aterrador encontrar gente ingenua y estúpida como esta. Lastiman a la gente más profundamente.

Ella se sintió agotada.

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