[Capitulo -5-]

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—¡No!, ¡DÉJENME IR!—. No paraba de gritar el alemán nazi.

Llevaban horas que había transcurrido la dramática escena donde sus hijos los rechazaron a ambos. Ahora, ONU tuvo que implementar su segundo plan sobre llevarlos a un lugar apartado (y en secreto) para tratar de ayudarlos con terapias y convertirlos en personas dignas para la sociedad.

Justo en este momento eran transbordados en una camioneta hacia un lugar oculto en medio de un bosque de los Estados Unidos. Mientras que Third Reich intentaba escaparse de los guardias, URSS estaba más calmado pues sabía que era un intento inútil de querer irse.

El bosque era de pinos altos, y por medio de un camino de tierra los conducía hasta fueras de una casa vieja. Dicha casa parecía ser de dos pisos, rústica y en estado de casi abandono, pero que tenía un patio enfrente donde era rodeado completamente de rejas negras de gran altura, tenía esa pinta de casa embrujada de los 80'.

Las puertas de la camioneta fueron abiertas, bajando de ahí a un Nazi asustado y pateando como pudiera, pero se sentía cansado y débil que no podía hacer algo más que caminar torpemente. El ruso mayor no tenían problema, él solo se bajó y caminó hasta las puertas rejas.

Ambos ex países terminaron mirando hacia la casa donde se quedarían hasta saber cuando. Luego, a lo lejos llegó un auto negro que se estacionó detrás de la camioneta, bajando inmediatamente de ella el hombre de paz (ONU).
Muy bien, no queda de otra que darles la bienvenida a su nuevo hogar.—. Les dió la bienvenida dicha organización de paz.

¡¿Nuevo hogar?!—. Preguntó Reich volteando a ver la casa que pareciera ser uno de esos lugares psiquiátricos pero abandonado, haciendo que se asustara más de lo que pasaría.

Si, su nuevo hogar.—.

—¿Ya me puedo ir?.—. Preguntó URSS.

Tranquilos, aquí estarán a salvo del ojo público. Por lo tanto, les ofreceré comida, agua y un este hermoso y cómodo lugar para vivir hasta saber la razón de porque están... vivos.—. Explicó ONU.

Ambos ex- paises voltearon detrás suyo y vieron la casa que pareciera estar en mal estado por fuera, hasta incluso se cayó una tabla del tejado de afuera de su «nuevo hogar».
Bromeas, ¿cierto?.—. Dijo Nazi

Descuiden, yo los seguiré visitando para ver su progreso como futuros ciudadanos ("Si es que pasa").—. Pensó en la ultimo deseando lo mejor.—. Por ahora, tomen un baño y cámbiense de ropa.—. Dijo con una sonrisa, y sin que ellos dos pudieran preguntar algo más, ONU entró a su auto de nuevo y arrancó para irse inmediatamente del lugar, dejando a ambos ex países solos y con los guardias.

—... Un... ¿baño?—. Se preguntó confundido el alemán.

Una idea loca le vino por su mente por parte de Reich, al tener la idea equivocada pensó en que serían tratados como los antiguos hospitales psiquiátricos: de la verga.
Espera, ¡un baño es con agua fría!. ¡No!, ¡no quiero eso!.—. Negó rotundamente el Nazi, queriendo escaparse nuevamente pero era sostenido de ambos brazos por dos guardias.

Por parte de URSS, solo se limitó a aceptar su destino sin querer forcejear o quejarse, él se mantenía serio y firme. Finalmente, fueron llevados como prisioneros hacia la casa, con un nazi queriendo escapar y un sovietico sin emoción, siendo abiertas las primeras rejas de la mansión para entrar.

Ecos del pasado [Countryhuman] (TReich x Soviet Union)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora