Pequeños Cupidos →ᴍᴇᴀɴɪᴇ/ᴍɪɴᴡᴏɴ←

🏹Extra 1🏹

Wonwoo

Reacomodo una nueva fila de muffins de chocolate,los más vendidos de la tienda.Por lo general lo más chocolatozo se va más rápido.

La campanilla de la puerta suena y la señora Chae hace su presencia como todos los días a la misma hora,es su rutina.

—Buenas tardes— sus pasos son lentos pero seguros,el bastón la ayuda muchísimo.

—Buenas tardes señora Chae— me apoyo en el mostrador— Que tal el día?

—Nada nuevo muchacho, nada nuevo—toma asiento en la mesa más cercana a el mostrador. Por lo general a esta hora no tenemos muchos clientes.

—Que le gustaría tomar hoy?— pregunto—Tenemos disponible la tarta de miel con pasas y nueces.

—Oh quiero una rebanada de eso—asiente—Y una taza de café expreso.

—Enseguida sale su orden—le sonrió.

—Que tal los niños?— pregunta.

Es bastante charlatana. Vive sola así que creo que venir aquí es su momento de sociabilizar.

—Haru y Daehyun en la secundaria— respondo tomando un perfecto trozo de tarta para colocarlo delicadamente en la vajilla floreada— Van bastante bien, tomando charlas sobre las futuras universidades.

—Siempre han sido niños muy aplicados—ambos sonreímos— Y al niño mayor? Que tal la universidad?

—A SungMin le va de maravilla—la máquina de café emite el primer pitido— Sus maestros dicen que es uno de los mejores alumnos del año.

—Han creído muy bien a esos niños—su voz suena siempre amable y cantarina— Revoltoso pero muy educados.

—Hacemos lo que podemos— empiezo a acomodar la charola— Aunque Haru y Dae están en su etapa de rebeldía.

—Crié a seis niños,se lo duró que es eso—sonríe como recordando el pasado— 4 chicos y 2 chicas.

—Nosotros apenas podemos con tres— me rio.

Criar a 2 adolescentes de la misma edad es un reto día a día. SungMin es más tranquilo y relajado, apasionado por la lectura y la fotografía,pero Haru y Dae son cosas totalmente distintas.

—Están a nada de cumplir la mayoría de edad verdad?— pregunta la señora Chae.

—Si,Dae en un mes y Haru en casi tres— le respondo.

La campanilla vuelve a sonar y la esbelta figura de Dae se hace presente, sostiene la puerta abierta de par en par, Haru ha de venir con él.

—Los hemos invocado— sonríe ampliamente.

—Ya callate Daehyun— la voz de Haru se hace presente.

Otra vez están peleando.

—Niñita tú no me vas a mandar a callar—dice Dae, aúnque parece bastante molesto aún mantiene el camino libre para Haru.

—Te vuelves tan parlanchín que molesta—le golpea la rodilla con su bastón canadiense.
Haru ha mejorado mucho con sus fisioterapias,la silla de rueda quedó atrás hace años.