Pequeños Cupidos →ᴍᴇᴀɴɪᴇ/ᴍɪɴᴡᴏɴ←

Capítulo 22

Wonwoo

Mis piernas se estiran bajo el edredón mientras gimo bajito. La cama de Mingyu es bastante cómoda y reconfortante.

La cama de Mingyu...mierda.

Abro los ojos,si,no es mi habitación.
Mingyu no esta a mi lado,su lugar está vacío pero aún calentito así que ha salido de la cama no hace mucho tiempo.

—Mingyu?— hablo alto, quizás esta en el baño.

Silenció,lo único que se oye es el sonido de la lluvia cayendo. No ha parado de llover en toda la noche y pareciera que no quiere parar hoy tampoco.

Mis pies tocan el suelo y me pongo de pie, Mingyu insistió en que me colocará el pijama una vez que nuestra noche/madrugada caliente llegó a su fin.

Me deslizó por el pasillo una vez que termine de cepillarme los dientes,no pienso besar a Mingyu con un mal aliento.

La sala está vacía pero se a colado un aroma a café recién echo,así que Mingyu está en la cocina.
Me aproximó despacio por el pasillo. Ahí está,parado cerca de el ventanal mientas mueve las manos con rapidez. Está de espaldas así que no logro ver con claridad lo que está haciendo.

—Por que me has dejado solo?— mis brazos rodean su cintura.

—Estás despierto?— se ríe— No quería despertarte,te veías muy tranquilo.

—Pero me has dejado solo— bromeo, apoyando mi mejilla en su espalda.

—Solo fueron unos minutos— dice— Desperté hace poco y quería prepararte el desayuno.

—Que lindo— beso su hombro— Necesitas ayuda?

—No— niega con la cabeza— Déjame que te concienta con esto.

—Pero puedo ayudar...

—No cariño— me mira— Por que no vuelves a la cama y me esperas ahí?

—Es aburrido— me quejo— No quieres tenerme aquí ?

—Claro que si— sonríe— Está bien, quédate aquí pero no toques nada.

Deja un beso rápido en mis labios antes de volver a picar fruta.

—Te sientes bien?— pregunta Mingyu mientras vierte un poco de café en mi taza.

—Por que estaría mal?

—No fuí brusco o algo por el estilo?— me mira.

—A que te refieres?— pregunto confundido.

—A lo que pasó hace unas horas—murmura sentándose junto a mi, tiene una silla justo en frente pero decidió que era mejor sentarse a mi lado— No te duele nada?

—Por dios Mingyu—suelto una carcajada cuando comprendo a lo que se refiere—Estoy bien,no te preocupes.

—Seguro?— toca mi muslo— Puedes decírmelo...

—Estoy bien— asiento— No soy un niño Mingyu— con mi pulgar acarició su mejilla.

—Eso me deja más tranquilo— suspira.