Día 12

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Era una mañana soleado en la pequeña ciudad, y Harry decidió aprovecharlo tomando su libro favorito y dirigiéndose al parque. Encontró un banco en un lugar tranquilo, bajo la sombra de un árbol, y comenzó a leer.

Mientras tanto, Louis estaba dando un paseo por el parque, disfrutando del buen clima. Paseando entre los árboles y las flores, de repente, sus ojos se encontraron con la figura de Harry sentado en un banco. Aunque no sabía quién era, le pareció intrigante y decidió acercarse.

Harry levantó la vista de su libro justo cuando Louis pasó cerca de su banco. Sus miradas se cruzaron brevemente antes de que Harry bajara la vista hacia su libro. Louis, sin embargo, sintió un impulso de acercarse y entablar una conversación.

—Hola —Saluda Louis, con una sonrisa.

—Hola —Responde Harry, tímidamente, mirando hacia abajo.

—¿Hoy el día es muy lindo, no? —Comenta Louis mientras observa el cielo.

—Claro, es muy lindo. —Harry asiente.

—¿Qué libro lees? —Louis se inclina un poco para ver el título del libro que Harry sostiene.

—Oh, uno que me llamó la atención. Se lo robé a mi hermana. —Respondió y bajo su cabeza—. ¿Tú lees?

—Sí, sí leo. Pero no mucho, solo cuando tengo ganas. —Louis sonríe y desliza una mano por su pelo, algo nervioso.

Harry asintió. Luego, un incómodo silencio llenó el aire. Louis, sin saber cómo continuar, finalmente dijo:

—¿Quieres caminar? Digo, si no tienes ningún problema.

—Claro, no hay problema. —Harry sonríe tímidamente.

Harry guardó sus cosas y, al levantarse, se aferró al borde de la banca, un gesto que Louis también replicó. Sus manos se posaron una encima de la otra.

Las quitaron rápidamente, y Harry se sonrojó. Louis esbozó una pequeña sonrisa nerviosa, y ambos comenzaron a caminar. El silencio volvió a invadir el lugar, pero esta vez, fue un silencio agradable.

Caminaron hasta llegar a un punto donde debían separarse, ya que sus casas estaban en direcciones diferentes.

Louis miró a Harry, y este también lo hizo. Se despidieron con un gesto de sus manos y se fueron por sus respectivos caminos. Sin embargo, Louis se quedó parado durante unos segundos más, observando cómo Harry se alejaba de su vista.

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Harry dejó sus libros en la biblioteca, pero notó que le faltaba uno. Se levantó y fue en busca de él. A pesar de que la institución no era su lugar favorito, la inmensa biblioteca era su lugar favorito. Mientras encontraba el libro, observó una figura a lo lejos, dejando algo que parecía ser una rosa, una carta y una pequeña cajita.

Tomó el libro que necesitaba y apresuró el paso, pero la figura se retiró rápidamente. Harry sabia quién era, ¿por qué habría salido corriendo?

Finalmente llegó al lugar y, antes de abrir la pequeña caja, abrió la carta para ver qué decía.

10 de septiembre

Querido Hazz.

Hoy en la mañana me la pase muy bien, el tacto de tu mano es muy suave. Pensé que no te encontraría ahí, y mi sexto sentido me dijo "ve, algo bueno se encuentra ahí" y definitivamente era algo maravilloso. Cuando te vi hoy en la mañana dije "el se merece algo más de lo que te doy" y en esa caja está lo que tú siempre te mereces.

                                                                   —Tommo 91

Harry dejó la carta a un lado y vio la cajita. La abrió y, al ver lo que tenía dentro, se emocionó. Era una pequeña cadenita con pequeñas perlas, algo que a él le gustaba mucho. Sin pensarlo, se la puso y esbozó una sonrisa, mirando a su alrededor, feliz.

Veintiocho Rosas (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora