┎━─━─━─━─━─━─━─━─━┒ Culpable o Inocente ┖━─━─━─━─━─━─━─━─━┚
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MUCHAS COSAS HABÍAN PASADO EN ESTOS meces. Una de ellas fue al rededor de Febrero.
Harper Potter y Ron Weasley habían tenido una cita el 14 de Febrero del 1996. Donde la pasaron excelente en las tres escobas con una cerveza de mantequilla.
Y en Marzo Harper celebró el cumpleaños de su novio, donde le regaló algo hecho por ella. Aún que la bufanda parecía torpe con una puntada sencilla, para Ronald Weasley fue el mejor regalo de cumpleaños de su vida.
El mes de Marzo fue algo difícil para la pareja ya que apuradamente se podían ver por los estresantes tareas más las prácticas de Quidditch. Hace unos días Gryffindor se había enfrentado a Ravenclaw, Harper había terminado algo lesionada, nada grave, pero le dolía el brazo derecho.
Para cuando llegó Abril Harper había sanado pero las tareas y deberes que tenía eran del tamaño de una montaña.
En un jueves de Abril alrededor de las 07:12 de la noche, Harper Potter salía de la biblioteca con pergaminos en su mochila, libros prestados de la biblioteca que estaban en sus manos. Harper estaba realmente agotada y lo único que deseaba era volver a su sala común para tirar se en su coma y poder dormir. Pero mientras caminaba a la torre de Gryffindor fue detenida por Pansy Parkinson, quién la miraba con una sonrisa de superioridad y en aquella misma sonría reflejaba que tramaba algo.
─¿A dónde vas Potter?. ─pregunto la prefecta de Slytherin con sonrisa maliciosa. ─¿Vas a reunirte con tu tonto hermano?.
Harper frunció el seño. ─Que te importa. ─le respondió irritada. ─Si me reúno con mi hermano o no es cuestión mía, a ti no te tiene que importar, Parkinson.
─Cuida tu boca. Si sigues faltando me al respeto no me hago responsable de lo que haga contigo. ─Pansy Parkinson siguió sonriendo y aún más al ver qué Dolores se acerco. ─Profesora Umbridge, que bueno ver la.
─A usted también señorita Parkinson. ─le dijo Dolores y luego miro a Harper con seriedad. ─Lleven a la señorita Potter a la oficina del director.
─¡¿Que?!. ─Crabbe y Goyle la tomaron de sus brazos. ─¡Suelten me par de gorilas descerebrados!.
