MI MEJOR AMIGO ALFA - OMEGAVERSE EMILIACO

2~Emilio

Joaquín

Era de noche cuando llegaba de trabajar después de un día pesado de tomar fotos en un bautizo. Dejé mi cámara en la isla de la cocina, y el aroma a caldo de pollo, llegó a mis fosas nasales. Y sonreí Emilio era un pillo en la cocina, cocinaba super rico, era el mejor amigo que había podido tener, y quería a mi cachorro como si fuera suyo, y eso me encantaba. Entre a la cocina y me lo encontré cocinando, siempre que yo llegaba de trabajar el siempre me tenía la cena lista y cenaba conmigo.

Joaquín: que haces Mailo - el dió un pequeño brinco del susto y rei el me miro

Emilio:joder Joaco casi me matas de un susto. Hace cuánto que llegaste - me preguntó cerrando le a la estufa yo me senté en la meza

Joaquin:hace como 3 minutos - Emilio sirvió dos platos y me dió uno y se sentó en la meza frente a mi

Emilio:pues a la otra ponte un cascabel o algo que suene jaja - ambos reímos

Joaquin:que payaso eres, y mi bebé dónde está

Emilio:está dormido cayó cansado de tanto jugar videojuegos y comer palomitas - el sonrio

Joaquin:no se te hace que lo concientes mucho? - le pregunté cenando

Emilio:sip pero Joaco es un niño se lo merece cualquiera a su edad quiere mimos, amor atención

Joaquin:pues en eso sí tienes razón

Emilio:y como te fue en el trabajo moco

Joaquin:pues bien ya sabes cansado como siempre - Emilio asintió mientras cenabamos esta vez en silencio

Conocía a Emilio desde hace más de diez años. Era un alfa sin una manada, pues sus padres habían muerto en un accidente, y era hijo único, cuando lo conocí el estaba destrozado. Me lo había encontrado en la calle ebrio, y fue entonces que lo lleve a mi casa y lo ayude, fue entonces que me contó de su familia. Jamás le había conocido una pareja estable a Emilio, era un alfa un poco misterioso para mí, era un alfa alto de 1.90 delgado, pelo rizado, hombros anchos, abdomen de acero, vestía camisetas y pantalones pegados, ojos chiquitos y una sonrisa de conejito que le quitaba el aliento a cualquier Omega.

Su aroma era apenas leve, y eso era extraño porque a veces no olía a nada. Emilio guardaba muchos secretos, los cuales yo no sabía.

=Itzaserrano