Two

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Capítulo 2

PAN, CERDO Y VINO


Acompañada de su dama de compañia lady Lydia junto con lord Fenix su guardia real se dirige hacia el banquete. Su vestido se mueve con brusquedad por la manera rapida de su andar, un vestido largo un tanto incomodo ya que podria tropezar, por supuesto que va tarde y sabe que su madre no estara contenta por ello. Se paso toda la mañana supervisando que su presencia fuera vista en dicha celebración.

—Me siento idiota con este vestido.—menciono con molestia.—Es demaciado largo.

—Se ve muy hermosa princesa.—responde su dama tratando de calmar la actitud de la jovén.

Lady Lydia le acompaña desde que tiene diez años, tiene muy buena mano para todo, es muy dedicada a su trabajo. Sabes escuchar, callar y ser su mano derecha, una persona a la que podria confiar completamente todos sus secretos y que los mantendria por debajo del tapete.

—Su alteza, no corra podria lastimarse.—añade lord Fenix.

Aquel hombre que viene detrás suyo y acompaña a la dama a un lado tiene su armadura puesta y de su cartera empuña su espada, su capa vuela con rapidez por la prisa, es un hombre alto, calvo de barba, bigote y cejas blanquesinas ya es mayor pues tiene alrededor de sesenta años pero es muy buen guardia puesto a que ha servido para la familia durante tantos años. Su majestad creyo que podria ser útil para la compañia de su nieta y realmente lo es, no se equivoco en nombrarlo como su protector real. Aveces la princesa considera que las palabras de lord Felix cuando charlan son sabias y le brindan la seguridad necesaria.

Al llegar al banquete una multitud de comenzales se encuentra presentes, la musica es pacifica para el ambiente y algunas miradas de los nobles se centran en la princesa, por supuesto que su familia también se da cuenta que por notar sus rostros seguramente creyeron que no asistiria. Camina hacia la mesa principal donde quienes comparten su apellido se encuentran comiendo hasta llegar con el rey.

—Sus majestades.—Hace una reverencia.—Muchas felicidadez.

—Me es tan feliz recibirte en esta celebración. Me da gusto que estes aquí, mi niña.

—A mi también me da gusto verte abuelo.—toma su mano y besa su dorso, posteriormente va en busca de un asiento vacio.

Sus acompañantes se retiran colocandose en los comedores correspondientes para que también celebren dicho banquete. Enseguida al estar frente al comedor algunas sirvientas comenzaron a servirle pequeñas porciones de comida, agradeciendo el gesto ella no se permite comer enseguida.

Se puede notar la división de ambas familias cuyo rey se encuentra en medio del comedor. La reina consorte toma de su mano imponiendo su lugar dentro de esta celebración y su encantadora sonrisa se hace notar ante los presentes.

La gente disfruta de la musica, del pan, del cerdo y del vino que sirven en sus copas. Sus hermanos los principes parecen disfrutar el ambiente, tienen conversaciones amenas entre ellos, y solo observa a su alrededor, la princesa Ellén se dirige a su abuelo que sonrie al ver como parte de sus subditos se levantan a bailar al compas de los instrumentos. Todos parecen pasarla bien, así que ella se dispone a comer, toma algo de pasta con uno de los cubiertos y prueba. Alzá la vista sintiendo la mirada de su tío Benedict que se encuentra en la otra punta de la mesa, la mira con aquellos bellos ojos verdes, ladea un poco sus labios, toma su copa la eleva un poco sin soltarle la mirada y da un sorbo.

Lo ignora y observa ahora a su madre que a pesar de estar entre risas con su padre son tan obvias sus pequeñas miradas hacia el teniente Jasón que se encuentra en la pista con otra doncella, la princesa Eleonor se da cuenta de las acciones de su hija y se enfoca en su esposo ahora teniendo toda su atención. Sigue comiendo, degusta el sabor del cerdo relleno y no se permite mirar a nadie más, al terminar su comida se da cuenta de que sus hermanos se levantan, agradecen los alimentos y van hacia la pista de baile. Algo que puedo resaltar de los hombres de la familia Andersen es que son muy buenos bailarines, y muchas doncellas mueren por bailar al menos una pieza con ellos.

La Esposa Del Rey © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora