El suelo sucio

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El español no es mi primera lengua. Si encuentras un error en mi español, por favor, deja un comentario o enviame un mensaje y podrás sugerir un castigo adecuado. 

Cuando estaba estudiando con Alex me sentía como si me hubiera vuelto en un pervertido completo. Ella estaba hablando de vocabulario y gramática y yo solía podía pensar en cómo quise que ella me maltratara como Esmeralda me había tratado.

"¿Qué opinas del Ajolote?". Me preguntó.

Pensé opino que deberías darme una bofetada y mandarme chuparte el coño pero dije "me gustó mucho" con mis piernas cruzadas, esperando que mi erección no fuera evidente.

"Ah, ¿en serio? A mí no me gustó tanto. No podía comprender cómo un hombre así podía perderse en los ojos de un ajolote e imaginar ser uno".

No respondí; solo me quedé perdido en las nubes. Te dejaría hacerme cualquier cosa que quieras.

"¿Estás bien?". Me preguntó.

"Ah, sí, estoy bien. Siento que esté un poco distraído hoy. Es que, puedo identificarme con el hombre. A veces ser humano hace tan poco sentido y estoy tan inseguro de mi lugar en el universo que comienzo a pensar si no soy humano de verdad, sino algún animal u otra cosa solos imaginando ser un humano. Piensa, si eres una mariposa, por ejemplo, soñando en ser humano, y no has sido humano de verdad nunca en tu vida no lo sabrías".

"Ay que raro sos. Pero es una perspectiva interesante".

No sabés ni el principio de mi rareza. Ojalá me colocarías tus bragas en la boca como mordaza y me darías nalgadas hasta que te rogarara parar pero no deseo que pares. Quiero que ignores mis ruegos y me uses como un objeto para tu antojo.

"Creo que sí soy algo raro. La verdad es que he estado pensando en mí mismo como una mariposa estos días. Más bien una oruga".

"¿Cómo?".

"Es estúpido, pero, me siento como tengo tanto potencial, especialmente hablando español, y bueno, es como estoy esperando poder volar como las otras mariposas".

"Creo que ya eres genial así como eres y tú español está muy bueno".

"¿En serio crees eso?".

"Claro".

Podía sentir mi corazón dar saltos en ese momento. Ninguna otra cosa me acudió la mente salvo que quise servirle y ser el esclavo de Alex. Era tan inteligente y dulce que ser su mascota sería el honor más alto posible y yo me dañaría mucho solo para traerle un poquito de placer.

Me perdí en pensamientos sucios y fantasía. Mi piel estaba caliente como si tuviera fiebre.

¿Estás bien?" me preguntó, "tus ojos se han vuelto muy dilatados."

"La verdad es que no me siento muy bien, creo que tendré que salir un poco temprano porque creo que estoy enfermito y debería descansar. Lo lamento mucho".

"Ah, no te preocupes. Espero que te recuperes pronto. Te brindaría un abrazo, pero no quiero contagiarme".

El pensamiento de abrazarle y sentir su pecho contra el mío me excitó aún más. Intenté salir de la forma más natural y tomé una ducha fría para distraerme. No había andado tan caliente nunca. Me sentí como si fuera un idiota. Tenía un momento tan dulce y puro con la chica más maravillosa del mundo y lo arruine por comportarme como una perra en celo.

No sabía si debería estar nervioso o emocionado para comenzar mi lección con Esmeralda. Tal vez iba a hacerme algo que me gustará, o solo torturarme. Consideré que en vista de cómo me comporté con Alex ir a la lección de Esmeralda fuera una mala idea, pero me fui a su lección; no podía superar el deseo.

Cuando llegué vi Esmeralda en su escritorio con una camisa apretada de diafragma que mostraba muchísimo escote; casi se podían ver los pezones.

"¿Cómo te fue tu reunión con Alex?". Me preguntó.

"¿Cómo supo mi ama que tenía una reunión con Alex hoy?".

"¿Ya te olvidaste? Leí tu diario. No quiero que te olvides de cosas así. Es importante que sepas que no tienes privacidad. Yo tengo derecho a saber todo de mi esclavo. Ahora, ¿cómo te fue?".

"La verdad que no muy bien. Tenía muchos pensamientos impuros y me detenía a estudiar bien".

"¿Pensamientos impuros? No, pensamientos de pervertido porque eso eres. Eres un pervertido".

"Sí, ama, soy un pervertido."

"Bueno. Cuéntame tus pensamientos pervertidos."

"Imaginé a Alex colocandome sus bragas sucias en la boca y ordenandome hacer cosas a su antojo".

"Ya veo. Ya es ahora que aprendes algo de español".

Cuando se levantó del escritorio ví que debajo solo estaba vestido de una tanga. "Te daré una lección de la que no te olvidarás nunca." Ella se inclinó sobre el escritorio brindando una vista excelente de su nalgatorio redondo y calipigio. "He notado que tienes dificultades con la distinción entre reflejar y reflexionar. Reflejar es para la luz, como la luz se refleja de un espejo, y reflexionar es para pensar, como el monje reflexiona mucho cuando medita. Ahora, vas a escribir 'reflejar' en mi nalga izquierda y 'reflexionar' en la derecha, así que cada vez que quieres usar uno de esas palabras vas a acordarte de mí culo perfecto y vas a recordar de que son palabras distintas, y si usas una de la mañana incorrecta te castigaré".

Asentí "Sí ama".

Escribí las palabras en sus nalgas.

"¿Te gusta lo que ves?" Me preguntó.

"Claro".

"Dame una nalgada".

"Perdón".

"Es una orden, dame una nalgada"

Titubeando le di una nalgada leve.

"No así. Otra vez, pero fuerte y si no lo hace fuerte te castigaré".

Esta vez le di una nalgada tan fuerte que me lastimó la mano y dejé una marca roja de la mano en su nalga.

"Eso es. No te olvidarás nunca de está marca y esas palabras".

Seguí escribiendo varias palabras en su cuerpo. En sus piernas escribí "septentrional" y "faena", En su vientre escribí "dichero" y "melifluo" en su espalda. En sus brazos escribí "ñomblón" y "ñuzco". Y en su escote perfecto escribí "lustro" y "quinientos".

"Ahora creo que necesitas practicar la palabra 'propiedad'. Tírate la camiseta".

Me arrancó un pelo de pecho para disfrutar de mi dolor un poco y escribió "propiedad de Esmeralda" en mi pecho.

"Ama, ¿cómo puedo servirle?".

"¿Qué te gustaría hacer?"

"Me gustaría tocar su cuerpo, ama."

"¿Quieres tocar?" Me preguntó sacudiendo para que sus tetas reboten.

"Sí ama, mucho".

Tiró su tanga y me la colocó en la boca.

"Buen perrito, ahora, masturbate".

Me toque durante mucho tiempo sin poder venir. Intenté rogar permiso para venir con los ojos pero no sé si conseguí.

"Espera. No puedes venir". me decía cada minuto más o menos. No sé por cuánto me quedé así con su tanga en la boca, me masturbando y desesperado por venir, tal vez media hora, cuándo finalmente me dije "venga ahora".

Me toque muy rápidamente para venir. Quise gritar en éxtasis. Mi cuerpo tembló en la catarsis de finalmente venir.

"Ensuciaste el suelo". Me dijo, obligándome a limpiar mi semen del suelo con la lengua. Estaba tan humillado y feliz a la vez. Practiqué más español por leer mientras mi ama leía mi tarea y mi última entrada en el diario. 

El español no es mi primera lengua. Si encuentras un error en mi español, por favor, deja un comentario o enviame un mensaje y podrás sugerir un castigo adecuado. 

El esclavo gringoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora