VI: Sentimientos sinceros

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Ver entre sus pensamientos aquellos recuerdos que había olvidado hace mucho hizo que despertara de golpe, unas pocas lágrimas bajaron por sus ojos y su corazón aún seguía acelerado, Aldebarán sintió una opresión en el pecho al recordar aquello, miro a su alrededor y se encontró con las miradas preocupadas de Shaka y Mü.

—Alde... Que alivio!— Mü al verlo despierto de lanzo a abrazarlo, por fin se sintió más tranquilo cuando vio que estaba bien.— Como te sientes?

—...— El caballero aún estaba confundido y miro alrededor de su habitación, como si quisiera encontrar a alguien más.— Es verdad que Camus... Está muerto?

Ante la pregunta del caballero, los otros dos se miraron preocupados, Mü respiro un poco y tomo la fuerza para decirle lo ocurrido a Aldebarán, ya que al parecer este lo había olvidado.

—Si, creo que olvidaste que hace poco sucedió una rebelión en el santuario y entre los caballeros caídos está Camus...— Mü no sabía si estaba haciendo lo correcto al tocar el tema, pero debía asegurarse que Aldebarán se diera cuánta de la realidad.— Shaka me dijo que tienes encuentros con Camus, es verdad?

—Con lo que me acabo de recordar no se si es verdad o todo fue parte de un sueño... Pero los dos días que pase con el, no creo que haya sido falso... O creo que me volví loco.— Aldebarán cubrió su rostro con ambas manos, era fácil creer que estaba cayendo en la locura y que esos días solo imagino una compañía para evitar la soledad y tristeza que lo consumió al enterarse de la infidelidad de Mü.

—No creo que estés loco Aldebarán, es posible que luego de la muerte de Camus un poco de su cosmos haya quedado en el santuario y eso se pudo manifestar en los dos días que pasaste con el, aunque no comprendo porque solo tu lo pudiste ver...— A pesar que lo primordial tuvo una respuesta, Shaka no estaba seguro de porque el alma del caballero de Acuario se refugio en la compañía de Aldebarán.

El caballero de Tauro se encontraba confundido y hasta cierto punto culpable, pues tal como dijo Milo, el había sido la persona que le dió una idea que se transformó en la decisión final que provocaría la muerte del francés. No pudo salvarlo y solo lo empujó a los brazos de muerte y lo poco que habían logrado convivir lo trato mal.

—Shaka! Porfavor dime algo, cuánto tiempo más puede su cosmo manifestarse? Aún puedo verlo?—Ahora más que nunca la culpa golpeaba la mente de Aldebarán, y se sentía mal por haber herido al caballero de Acuario. Así que buscaba aunque sea una pequeña oportunidad para disculparse.

—No lo se... Estás situaciones son poco comunes, talvez ya nisiquiera se manifieste.—

Alde cerro sus ojos con fuerza ante esa respuesta, si tan solo hubiera sabido que Camus era un espíritu que lo visitaba, hubiera aprovechado cada segundo a su lado, pero cometió el error de herirlo. Suspiro con preocupación y volvió a recostarse en su cama, solo durmiendo acabaría con esa culpa.

—Entiendo, porfavor quiero estar solo... Pueden retirarse de mi templo.— La voz de Alde sonó apagada y Mü como Shaka consideraron que era mejor dejarlo descansar. Así que no dijeron nada y solo se retiraron, ya que no querían agobiar al mayor.—Camus... aún tenemos algo de que hablar, porfavor aparece...

Murmuró entre el silencio de su habitación, pero no obtuvo respuesta alguna, y si de verdad ya no lo volvía a ver? Pensar en ello le hacía sentir aún más mal, así que se levantó de la cama y estaba dispuesto a buscar a Camus por todo el santuario, iniciaría por su templo y luego por los demás ya que tenía fe en encontrarlo una vez más.

Por suerte, al salir de su alcoba, entre los pasillos de su templo lo pudo ver, Camus estaba escondido detrás de uno de los pilares de su templo, Aldebarán se alegro al verlo y fue a el para recibirlo.

Corazón en duda [AldebaranxCamus]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora