CAPITULO 11 Mientras tanto 1 - Para ella

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000.M31 -Sobre Ullanor
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"¿Tienes... los tres de tronos?"

"No. Ve pez."

"¡¿Qué?! ¡Estás mintiendo! El Lobo Espacial acusó al Hijo de los Mil, quien simplemente miró al Lobo Espacial con apenas una pizca de molestia, mayormente aburrimiento. El cercano Señor de la Noche sacudió la cabeza, preguntándose cómo había llegado a esto.

Ahriman miró lentamente por encima de su cubierta, contemplando el alma de Bjorn.

"No. Ve pez.."

Los ojos de Bjorn se entrecerraron. "Que te jodan. Ve pez."

"¿Qué?" Preguntó Ahriman, asombrado.

"Que te jodan. Este es un maldito juego estúpido". Bjorn gritó, arrojando su enorme mazo de cartas a la mesa mientras tomaba un gran trago de su cerveza.

Ahriman suspiró antes de volverse hacia el Señor de la Noche sentado con ellos. "Tres de... chacales".

Jago Sevatarion lo miró antes de murmurar algo y entregarle la tarjeta al hechicero.

En las últimas semanas, los Astartes estacionados en órbita se habían aburrido tanto que la mayoría de las tensiones de la legión pasada simplemente... envejecieron. Después del duelo número cien y la discusión número un millón sobre por qué se suponía que la brujería era buena o mala. Prácticamente todo se volvió muy aburrido.

Así que habían resultado en las actividades más antiguas que pasaban en el tiempo, transmitidas a través de milenios de tradición humana.

Juegos de mesa. Y no había muchos juegos de guerra, se tomaban en un abrir y cerrar de ojos, por lo que la mayoría se quedaban con los juegos de la línea de fondo.

Ahriman se centró una vez más en las cartas de Sevatarion. "¿Cinco de Emperadores?"

Sevatarion lentamente dejó escapar un gran suspiro mientras comenzaba a romper las cartas antes de arrojarlas a la gran pila de tableros y juegos de mesa destruidos.

Habían sido unas semanas largas .

El que más había durado fue el juego de guerra con todas las miniaturas que Ahriman había pintado con esmero.

Eso fue hasta que tuvieron una batalla de los Puños Imperiales contra los Guerreros de Hierro.

No solo duró días , sino que terminó con ambas partes increíblemente frustradas y destruyéndolas a todas. Sin mencionar todas las tiradas canceladas y las oportunidades perdidas debido a dichas malas tiradas. Y esos no fueron baratos.

Entonces decidieron ir a construir una montaña juntos.

Simplemente para demostrar que SÍ se puede construir uno y usarlo como fortificación y SÍ aún se puede asediarlo con éxito hasta la muerte.

Tuvieron que mentirle a Segismundo diciéndole que iban a construir una torre de señales. Al parecer, el primer capitán estaba demasiado ocupado con asuntos políticos como para importarle. Aunque prácticamente todos estuvieron de acuerdo, nadie quería ir a una de esas fiestas, por muy aburridos que estuvieran. Preferían sentarse y jugar a las cartas hasta que sucediera algo más. O tal vez podrían requisar una de esas consolas que se rumoreaba que estaban en la propia nave del Emperador... Escuchó que había muchos juegos para jugar en esas...

"¿Que sigue?" Preguntó Bjorn desde su asiento, inclinándose tanto hacia atrás que si estuviera usando su armadura, lo más probable es que la silla simplemente se desmoronara.

"Oh, no lo sé." comenzó Ahriman. "¡Ya que ustedes dos ROMPIRON todos los juegos!"

"Juegos de mierda de todos modos", habló Sevatar incluso cuando se escucharon ronquidos encima de ellos.

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