MESSAGES FOR DAD

CAPITULO 30 La calma

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001.M31 - Salutis, Bosque Real

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La mayoría de las cuentas podrían considerar a Magnus el Rojo como uno de los psíquicos más poderosos que existen, sólo superado por el propio Emperador en términos de potencial psíquico bruto.

Con el uso de la destreza psíquica antes mencionada, podía decir exactamente quién y dónde estaba cada ser vivo con un mínimo indicio de una conexión con el gran océano en todo el planeta.

Podría haber estado completamente ciego y aún así podría encontrar al Khan.

Para cualquiera que sólo esté versado en el gótico imperial, sonaría bárbaro, quizá incluso animal; como gritos guturales. Pero para Magnus, el aire estaba lleno de baladas y cuentos de antiguos héroes de Chogoris y de dioses paganos prohibidos bajo los principios de la Verdad Imperial. Conservado a través del antiguo arte de la canción cantada a través de la garganta nada menos que por el propio Gran Khan junto con lo que parecían ser algunos de sus hijos genéticos.

Hijos de Gene que Magnus aún no había tenido el placer de conocer.

Su paso por el bosque era constante, los pocos depredadores que tenía el ecosistema recién despertado y restaurado de Salutis no representarían una amenaza para un Astartes, y mucho menos para un Primarca. En cambio, se centró en las canciones.

Eran historias, comprendió de inmediato, de guerra y destrucción. De hermano contra hermano. Un antiguo clásico de Chogoris, que los padres suelen contar o cantar a sus hijos como una historia de advertencia. Nunca volver sus espadas contra su propia familia.

Fue una canción aleccionadora, por decir lo menos. De hecho, una lección que todos los miembros de la familia real necesitaban más de lo que podían imaginar.

Muy pronto, apartó algunas ramas y se encontró con una pequeña fogata que iluminaba el despejado cielo nocturno. Rodeado por un Primarca y tres Astartes, todos se unieron a la canción.

Magnus no dejó de caminar, sino que optó por unirse a ellos sentado en la exuberante hierba del suelo, sin importarle si ensuciaría su fina túnica blanca y roja al hacerlo. Simplemente contento con escuchar lo poco que quedaba de la canción.

Una vez que los chogorianos finalmente se detuvieron, Magnus dio unos grandes aplausos. "Tan hermoso como siempre hermano". Los felicitó mientras el Khan inclinaba levemente la cabeza a cambio.

"Me preguntaba cuándo se produciría esta reunión", respondió Jaghatai, dejando de lado la paja como siempre y yendo directamente al meollo del asunto. Magnus sabía, por supuesto, que su hermano no era psíquico... pero a veces sentía como si lo fuera.

“Hiciste bien en buscarme, hermano”. El Khan lo tranquilizó incluso mientras sacudía rápidamente la cabeza hacia los Astartes que lo rodeaban, quienes inmediatamente se levantaron y caminaron a cierta distancia de donde estaban sus motos a reacción... increíblemente altamente personalizadas también. Demasiado pesado para aquellos que aparentemente tenían el rango que tenían estos marines.

"¿Era?" -Preguntó Magnus. “¿Sabes por qué vengo a verte?”

El Khan se inclinó hacia el fuego, junto al cual Magnus ahora notó una vieja tetera, probablemente hecha de hierro fundido y transmitida de generación en generación. Parecía tan viejo como él.

"Tu familia te molesta". Jaghatai pronunció sin rodeos incluso mientras servía dos tazas de chai chogoriano lechoso, entregándole una taza a Magnus.

Magnus lo aceptó agradecido y sorbió su contenido. “De hecho lo hacen. O mejor dicho, ambos lados de mi familia me molestan mucho”. Se recostó y sostuvo la taza con cuidado.