MESSAGES FOR DAD

CAPITULO 16 Vindicación

Horus se golpeó la cabeza contra la fina mesa de madera. Agitando su copa llena de un fino tinto macraggiano, el cuarto de este almuerzo.

“¿Cómo se supone que debo explicarte esto?” Él gimió exasperado. "Es la lógica humana básica".

“¿Y CON ESO QUIERES DECIR QUE EXACTAMENTE HORUS?” Preguntó el Emperador, dando el último bocado a su filete Grox, que ya hacía tiempo que se había enfriado debido a la duración del almuerzo.

“Quiero decir…” Horus se calló, suspiró y tomó otro sorbo de vino. Estaba resultando no sólo ser la mejor parte del almuerzo, sino también necesaria. “Quiero decir que constantemente estás afirmando tu presencia. Tener que controlar constantemente a todos mis hermanos como si fuéramos unos servidores errantes”.

"HIJO." El Emperador se rió entre dientes. “AMBOS SABEMOS QUE SOLO HAGO COMO TAL POR LO QUE PASARÍA DE OTRA MANERA”. El Emperador hizo un gesto con las manos. “CREO QUE AMBOS RECORDAMOS LO QUE PASÓ CUANDO ME DEJÉ Y NO MANTÉMOS NINGÚN OJO A MIS HIJOS EN LA OTRA LÍNEA DE TIEMPO”.

Horus gimió de nuevo, bebiendo el resto de su vino, incluso cuando un siervo se acercó y volvió a llenar el vaso. Ya estaban entrando en la tercera botella. Tenía razón, especialmente cuando su padre salió de la sala de visualización durante diez minutos y sus hermanos casi se chocan entre sí.

"No puedes simplemente-" comenzó Horus, deteniéndose para tragar el resto del excelente líquido rojo. “-No se puede simplemente afirmar un control total y absoluto. Hay una diferencia entre un enfoque completamente libre y un enfoque completamente práctico”.

El Emperador pareció reflexionar sobre esto por un momento. Una de sus manos golpeaba la mesa mientras los siervos retiraban los platos.

“¿QUÉ ES LO QUE SUGIERES ENTONCES?” Preguntó, fingiendo ignorancia.

Horus tomó otro sorbo de vino. Estaba delicioso, pero nunca sería suficiente para emborracharlo.

"Tienes que dejarnos ir, padre". Horus razonó. “Yo, mis hermanos, ustedes… estar todos en una habitación durante tanto tiempo no es bueno para nuestra salud mental”. Se frotó la cabeza calva, rascándose una picazón que no estaba allí. “Necesitamos más descanso que sólo uno o dos días separados unos de otros. Ya no hay sentimientos normales. No hay sensación de consuelo en ello…” Horus hizo un movimiento de agitación con una de sus manos. “Se nos necesita en otro lugar, no en algún lugar donde discutamos y peleemos constantemente. No podemos resolver los problemas de todos los Primarcas de una sola vez”.

“PERO SI NO LO HACEMOS, ENTONCES SUCEDERÁ EL HORRIBLE FUTURO QUE ESTAMOS TRATANDO DE EVITAR”.

"Creo que ya hemos tomado medidas drásticas para evitar que esto suceda". Razonó Horus, tratando de mantener la calma. "No se puede obligar a un ser humano a cambiar tan rápido. Padre, ninguno de nosotros somos niños".

“SIMPLEMENTE ESTOY HACIENDO LO QUE CREO QUE ES MEJOR. HIJO, TENGO MÁS DE CUARENTA MIL AÑOS, HE EXPERIMENTADO MÁS QUE TODOS USTEDES Y SUS HERMANOS COMBINADOS UNAS MIL VECES. CREO QUE SÉ LO QUE ESTOY HACIENDO. NO ESTOY EQUIVOCADO." El Emperador se despidió, era lo mismo que había escuchado un millón de veces antes con Malcador y los otros Perpetuos y Eldrad y... En realidad, esto se estaba convirtiendo en un patrón.

"¡Bueno, crees mal!" Horus golpeó la mesa con el puño cerrado, finalmente terminado con la arrogancia de su padre. “¿Sabías lo que estabas haciendo cuando regresaste a Terra, me dejaste como Señor de la Guerra y luego procediste a quedarte quieto mientras tu Imperio se pudría en la nada y pasaba a ser gobernado por fanáticos y aduladores?”

“TENGO PLANES EN CASO DE QUE SUCEDA LO PEOR. PUEDE HABER ALGUNOS CONTRAPIDOS AQUÍ Y ALLÁ, PERO SÉ LO QUE ESTOY HACIENDO. ¡HAY MUCHO MÁS EN JUEGO AQUÍ QUE SOLO LOS SENTIMIENTOS DE TÚ Y DE TUS HERMANOS!