MESSAGES FOR DAD

CAPITULO 25 MIENTRAS TANTO 4 REENCUENTRO

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001.M31 - CENSURADO

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Encantar a los guardias del puesto principal de Molech era un mero juego de niños en comparación con seducir a su marido. Todo lo que tenía que hacer era hacer un movimiento de cabello, pestañear, colocar una mano sobre sus pechos y hacer pucheros de la manera correcta. Era un milagro lo que hacía en la mente de una persona ser un soldado en un puesto remoto sin nada que hacer.

En serio, la dejaron seguir adelante sin mucho problema después. Si esto fue lo mejor que se envió para proteger el planeta, entonces ella tuvo algunas palabras muy selectas para su esposo y lo idiota que era.

Bueno… menos palabras, más golpes con un pilar de mármol.

Desde allí, estaba trazando un barco que iba en la dirección correcta después de ver la transmisión completa de antes. Por lo que dedujo de la transmisión, el Emperador estaba en la Tierra y actualmente pasaba tiempo con su... familia .

¿Trazar un barco que se dirigiera a la Tierra mientras el Emperador se alojaba allí? Eso fue complicado. La seguridad se intensificó y alguien sabía claramente de su existencia, si las sombras que la seguían eran algo a tener en cuenta.

Afortunadamente, las tácticas básicas de evasión no cambiaron mucho desde la última vez que tuvo que usarlas. Combinado con algunos trucos psíquicos, siempre lograba mantenerse uno o dos pasos por delante de sus perseguidores, fueran quienes fueran, ya que parecía que eran igual de buenos esquivando sus propios seguidores.

Finalmente, había logrado encontrar un transporte militar con destino a la Tierra, o Terra como todo el mundo la llamaba por alguna estúpida razón latinizada, disfrazado de ayudante de oficial.

En un barco que transportaba incontables miles, de los cuales había docenas y docenas de ayudantes menores y mayores, nadie notó que entraba uno extra. El personal militar perezoso seguía siendo el más fácil de pasar, gracias a las estrellas por eso.

A partir de entonces sólo fue esperar. La cantidad de tráfico que iba a Terra era enorme, sólo comparable con el apogeo de la era tecnológica de la humanidad.

Lamentablemente, eso significaba que era igual de lento, si no más, que antes...

Cuando llegaron al borde de lo que se conocía como Segmentum Solar, habían llegado noticias de que el Emperador había aparecido en lo que se conocía como el Sector Badab... exactamente en el camino opuesto al que iban.

Eso implicaba escabullirse en la siguiente parada, husmear aún más en busca de otro barco que se dirigiera en esa dirección, no encontrar ninguno y tener que subir a bordo de uno como polizón.

Éste se detuvo apenas por debajo del sistema al que se suponía que debían ingresar. Eso en sí mismo era extraño ya que estaba segura que según el manifiesto tenían mercancías a bordo destinadas a Salutis, el planeta donde se encontraba su marido.

Pero todo el sistema quedó acordonado. Se requieren códigos de autorización de niveles Astartes y superiores...

Eso... arruinó sus planes. Después de que logró escabullirse de la nave y entrar en un abrevadero local en el planeta en el que habían aterrizado, escuchó que la restricción eventualmente se levantaría, pero la idea de tener que esperar más y trabajar como lo que parecía una taberna. moza durante quién sabe cuánto tiempo no jugó bien en su mente.

Eso la dejó con dos opciones.

Uno, de alguna manera colarse en un barco que transportaba a un general o político del Ejército Imperial o superior y rezarle a cualquier dios o dioses de mierda que existieran para que una seguridad más estricta que cualquier otra cosa en este llamado Imperio no la encontrara.