10 | Era Adorable |

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Miré a Russell y no supe decifrar lo que había en su mirada, pero sonreía pícaramente.

Me acerqué a pasos lentos hacia él mientras escuchaba la melodía de la música.

I wanna fuck you slow with the lights on... —cantó e hice un gesto de sorpresa, refiriéndome a la letra de canción.

You're the only one I've got my sights on —seguí la letra y sentí las manos de Russell en mi cintura.

Type of sex you could never put a price on.

Reí por la letra de la canción.

I'll take it off, you're the one I'll roll the dice on.

Dejamos de cantar un momento solo para sentir la cercanía y la música. Cuando nos miramos y nuestros ojos no se mantuvieron mucho tiempo en los ojos del otro, sino que bajaron a nuestros labios, supe que Russell me estaba gustando más de pensaba.

And we lost a lot of things in the fire —la música era un poco movida, pero Russell la cantó en voz baja. Quise seguir la letra, pero él se adelantó—. So it took a year for me to find out... I can't lose you, babe...

Me robó un pequeño beso y de alejó de mí, caminando al ritmo de la música hacia la cocina. Recordé los sobres metalizados en mis manos y caminé hacia él.

—¿Sabes que tengo acá? —moví los sobres frente a su rostro, a Russell se le iluminó la mirada.

—Perfecto —se acercó a mí y me besó unos segundos.

Dejé los sobres sobre la isla cuando sentí sus caderas presionarse contra las mías. Mis manos subieron a su cuello y lo atraje todo lo que pude hacia mí. Los dedos de Russell se sumergieron dentro de mi camiseta y su piel hizo contacto con la piel de mi cintura, robándome unos suspiros.

De repente, sus manos bajaron por mis muslos y con su palma abierta, me impulsó hacia arriba y me cargó hacia un sofá de la sala. Me dejó en él y una de sus rodillas se apoyó del colchón del sofá, acaricié su cabello, Russell besó mi mejilla y bajó hacia mí mandíbula, pero se escuchó un chillido.

El agua se había calentado. Nos separamos con un poco de molestia porque en realidad no queríamos hacerlo y volvimos a la cocina. Tomé dos tazones y Russell agregó el agua caliente, yo tomé las ruedas de fideos y las agregué a los tazones, luego abrí los sobres metalizados y les agregué el condimento a los tazones.

Le acerqué uno a Russell y él me entregó un tenedor. Se sentó a mi lado en uno de los taburetes te de la isla y revolvimos para que las ruedas de fideos se deshagan.

Con la música de fondo, comimos los fideos. Y aunque tenía todas las ganas del mundo encima, no quería pensar en Russell de esa forma. Él era muy adorable y pensarlo, haciéndome algo...

Era muy fuerte.

—Sky —me llamó.

—¿Mmh? —lo miré.

—Tengo una pregunta...

—Y yo te tengo una respuesta —reí por lo bajo.

—¿Cómo te sientes? —dejó el tenedor en el tazón.

Tardé unos segundos en entender la pregunta, él notó eso.

—¿Cómo te sientes conmigo? —explicó— ¿Te sientes bien? ¿Soy buena persona? ¿Soy una persona a la que puedes amar?

Se me hizo un nudo en la garganta. Tragué los fideos que tenía en la boca y me giré, cuerpo completo, hacia él.

Hice un puchero y tomé su rostro entre mis manos.

Solo Seis Meses © (0.5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora