13 | De Volkova|

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—Anoche leí Nieve y Melodía —Ginger tomó el asiento de Nils—. Muy bonito, muy bonito.

—Gracias —le agradecí sin mirarla, estaba mirando la tarea de español.

—Sí, sí, ¿y por qué Marcos se me hace parecido a Russell?

Eso me tomó por sorpresa. Seguía sin mirarla y dejé caer mi cabello en mi cara para que no se notara mi sonrojo.

—Porque ambos son color Caramelo tipo 24 de HEX #AE, ¿no?

Ginger me miró como si hubiera hablado en otro idioma.

—Ah, tú no conoces mi obsesión hacia los colores cafés —reí por lo bajo.

—Ah por eso te gusta Russell...

—Ginger —la miré—, tú también eres color café.

—Chocolate tentación, querida —me miró por encima de su hombro, luego volvió a su posición normal—. Que sea negra no impide que me burle de otros negros.

—Cómo tú digas...

Seguí respondiendo las preguntas en español. Estaba sumamente fácil, o sea que yo ya sabía español. Igual, terminé rápido.

Ginger sacó su celular y reconocí al instante esa portada de unas manos sosteniendo una flor. Miré a Ginger.

—Dime la verdad —señaló la portada del libro digital—, ¿le escribiste ese libro a Russell?

—¿Y por qué te interesa?

—Por el chisme —sonrió ampliamente—. También porque soy tu nueva mejor amiga, quiero saber de ti.

—Okey...

Seguí haciendo la tarea. Me daba algo de vergüenza que supieran a quien le escribo mis libros. Mi primer libro se lo escribí al "amor pasajero" que le tuve a Nils y el segundo lo escribí cuando Russell llegó como el nuevo guapo del aula, no era para tanto, era una fantasía...

Que un año después se hizo real.

—¡Skyler! —me llamó Ginger.

—¿Qué? —volví a mirarla.

—Dime.

—¡Ay sí! Si le escribí eso a Russell...

—¿Qué me escribiste?

Asesiné a Ginger con la mirada, ella levantó las manos en forma de rendición y luego miro s Russell.

—Solo que Sky te escribió un libro —soltó, sin pudor—. Pero nada importante.

Después de seguir asesinando con la mirada a Ginger y que se fuera como si nada hubiera pasado. Estire mis dedos, sentía la mirada de Russell clavada en mí, tomé mucho aire y lo expulsé lentamente.

Me giré lentamente hacia él, estaba de pie a un lado de mi asiento y le sonreí de oreja a oreja. Él me miraba, esperando una respuesta a lo que había soltado Ginger.

—¿Lo que dijo Ginger...?

—Es cierto —miré hacia otro lado por un momento—. Si te escribí un libro... Un mini libro.

—Gracias.

—Sí, lo siento... —Espera, ¿dijo gracias?— ¿Me estás agradeciendo? ¿Qué?

—Sí, gracias, Sky —dejó su mochila en su asiento y se sentó, me giré más para verlo a la cara—. Nunca me habían escrito un mini libro.

Reí nerviosa, pasando mis dedos por mi cabello. Froté mis manos y las coloqué en su meds, él colocó sus manos sobre las mías y se inclinó para dejar un beso en mis labios.

Solo Seis Meses © (0.5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora