LIZBETH JONES MECLEK
BAHÍA DEL OESTE—Frunzo el ceño con suma tristeza y tomo las amadas manos de mi madre que están llenas de callos y arrugadas de tanto lavar, a comparación de las mías que son suaves y sin callos, pero aunque estén lastimadas amo que sus manos toquen mi rostro aunque sea un segundo.
—Te amo, madre—musitó llevándome sus manos a mi rostro— la amo, amo que ella me quiera y intente olvidar todo pero a la vez...La odio, odio de la manera en la que se quedo callada esa noche.Mi madre es una mujer sumamente bella y inteligente que prefirió el amor en vez del dinero y el poder, su historia a hecho un big bang en la historia de los aristócratas por completo, yo muchas veces me comparo con ella, ya que yo mataría a cualquiera para estar con Richard, haría lo imposible para que él me volviera a amar. Al igual que mi madre.
«Ella dejó todos sus títulos de noble para ser la esposa de mi padre.»
Aunque el parecido que tiene mi madre con Rose pareciera una réplica exacta, ojos verdes pálidos hermosos, cabello negro suave lacio y piel blanca, son parecidas y es algo raro ya que dicen que la primera hija debe ser la réplica física del padre y con la personalidad de la madre, pero parece que Rose a roto esa regla pero no demasiado ya que la personalidad de mi madre y Rose las delata a ambas.
Mi madre acaricia mi rostro y besa delicadamente mi frente.
—Yo también te quiero mi niña—comenta con un tono suave y lleno de amor— sumerjo mi rostro en sus piernas y ella toca mis mechones rubios, siento que sus palabras son reales, tan reales que siento que es un sueño, un sueño bello y hermoso donde la hipocresía y la maldad no existen. Acaso ella me ama?. Dudo, dudo que ella me ame como lo hace con Rose, su favoritismo con ella es tan notable. Cierro mis ojos y aprieto mi puño mientras ella pasa su mano en mi cabeza.
Me pica la lengua por preguntarle y enmascararla por completo y preguntarle si..¿Ella me ama cuando le conviene?
—Madre...—mencionó con un enorme ñudo en la garganta— mi madre da una pequeña sonrisa y sujeta mi rostro con delicadeza, sus lagrimas se han calmado pero sus ojos están rojos y hinchados.
—¿Si cariño?—pregunta mientras traga saliva.
Mi espalda se pone fría y mis manos y pies helados por completo, tan solo verla así me siento apenada y culpable, yo la amo al igual que mi padre, los amo tanto que cualquier cosa que hagan no me importa, no me importa si me golpean o me destrozan la cara, no me importa si me insultan o me dañen, yo los seguiré amando pero...Aunque los ame demasiado siempre voy a querer una explicación, una explicación del por que ese golpe o por que esa palabra al igual que ahora que quiero saber...Quiero saber por mi madre me a hecho esto y a Rose no.No odio a Rose, me engaño muchas veces diciendo que la odio o la repugno. Yo la quiero pero ella a tenido a todo el mundo a sus pies mientras que yo solo soy su sombra, la sombra que tiene que sufrir.
—Madre...—
—¿Por que dejaste que ese hombre entrara a mi habitación aquella noche?—preguntó dejando caer las lagrimas aguardadas—
—¿Por que dejaste que me tocara? Él deseaba a Rose no a mi— agregó intentado contener el llanto—
Mi madre se queda paralizada y deja de sujetar mi rostro y su mirada cambia por completo, mis ojos se ponen llorosos y hay una sensación horrible en mi garganta tan solo recordar ese día, el maldito día donde mi madre vio como el padre de Richard me estrangulaba mientras lo hacía.
El padre de Richard, el hombre que le pagó a mi madre por una noche con una de sus hijas y...El padre de mi hijo, el verdadero padre de mi hijo....
El señor Jonathan Sommers
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ROSE MECLEK DE STARK
DUQUESA STARK
DUCADO STARK—Sin duda...El buitre siempre al acecho de la presa que no puede tener— comenta la voz áspera y gruesa desde lo lejos que reconozco—
Mis piernas tiemblan y mi corazón parece que se saldrá de mi pecho en este instante, el lord baja la cabeza y parece que intenta evitar la mirada del duque, solo puedo observa su comportamiento y parece que se está acercándose hacia nosotros.
—Duque Stark—menciona el lord sin ninguna preocupación—con el mentón hacia arriba y la mirada apuntada al duque el extiende su mano —Es una sorpresa verlo por aquí—agrega con una sonrisa hipócrita en su rostro—
El duque solo lo ignora y deja al lord con la mano extendida en el aire, al igual que el lord el duque se demuestra firme y serio ante el, permanezco todavía callada hasta que el duque y yo cruzamos miradas sintiendo el azul potente de sus ojos recaer en mi.
—Duque...—balbuceo incómoda mirando a ambos— el duque solo está callado, no dice nada y solo me observa detalladamente mientras yo grito mentalmente a Dios que me ayude con esta situación que me e metido, que pensará el duque de mi ahora, que me dirá, se enojará y me aplicará la ley de hielo como aquella vez en el banquete? Tengo un millón de ideas de lo que sucederá después y incluso una idea de mi propia muerte ahora.
Aunque no estoy actuando nerviosa, siento que mis manos tiemblan y mis piernas también, el silencio del duque me hace sentir un escalofrío tan inmenso en mi cuerpo que me arrincona cada vez más.
Bajo la cabeza evitando la mirada del duque que me penetra cada vez más. El duque deja de observándome y ahora a quien examina y observa es al lord quien ver la mirada del duque él también se estremece solo que a él su miedo es notable.
—¿Puedo preguntar el por qué invade el especio personal de mi mujer?—pregunta con un tono malhumorado— el duque frunza el ceño con enojo y centra su mirada cargada de furia al lord quien se a quedado callado.
De repente el duque me toma de la mano y con gran fuerza me lleva hacia el, me atrapa de la cintura con sus manos y con una mirada retadora mira al lord quien sigue helado.—Si lo veo en lugares que no sean mi oficina, con mi esposa y a solas, le juro que yo al igual que Book no dejaremos pasar esto—advierte llevándome contra su pecho mientras aprieta mi cintura—
El duque a mencionado el mismo nombre, él mismo nombre que pareciera de aquel perro que me salvó ayer cuando ese hombre quería abusar de mi, noto el silencio enorme entre el duque y lord mientras siento el enorme y duro pecho del duque que aprieta mi rostro.
—Perdón duques Stark's, no volverá a pasar—musita con un tono temeroso— el lord baja la cabeza y hace una simple reverencia y se coloca el sombrero sin bajar la guardia.
—Con su permiso me retiro, perdón por las molestias ocasionadas—comenta retirándose del laberinto—
Al dejar de escuchar los pasos del lord, volteo a ver al duque quien sujeta ahora mi rostro con sus manos, me quedo pensativa al verlo, no lo vi en la hora del desayuno ni menos lo vi cuando me desperté desnuda en la cama, el duque desapareció de repente y aparece como si nada, creo que viene en los momentos correctos como el de ayer y ahora que me salvo de dos situaciones, no se si soy yo pero pareciera que él sabe en los momentos donde estoy en peligro.
Doy un pequeño suspiro y frunzo el ceño teniendo la mirada hacia abajo evitando sus ojos.
—¿Que te dijo ese idiota?—pregunta con enojo mientras sus ojos se penetran cada vez a mi— me quedo en silencio agachando la cabeza y volteando hacia el otro lado. Las palabras del lord hacen un enorme eco en mi cabeza, las anteriores duquesas Stark si tuvieron una relación con el lord en secreto o realmente el lord hizo pensar que eso tenía ellas con el?
Creo que debo de tenerle miedo a este hombre, de la manera en cómo se me acerco y su cortejo, sin duda no estoy lidiando con alguien simple o ordinario.
«Es alguien que le gusta jugar juegos ardientes donde la culpa recae en el inocente»
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La duquesa y el destripador [SIN CORREGIR]
VampirosUn destripador obsesionado por su esposa que no le pone la mínima atención Rose fue vendida al mejor duque de la capital, Stark Elias, el duque Elias Stark , un hombre que es famoso por matar a sus esposas y ser el más millonario de la capital, un...