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Sus ojos se quedaron fijos en la ventana del auto y concentrada en como la imagen del paisaje vibrante de las luces de la ciudad se volvía dispersa y abstracta, ella pensó ¿Si su jefa se cae accidentalmente de la azotea del edificio, su contrato se acabaría?. Sacudió su cabeza tratando de espantar la idea que se le hacia tentativa. Se imagino por alguna razón a su jefa tirada en el asfalto cono una calcomanía y a ella misma mirándola desde la azotea.

Se estaba volviendo loca al fin.

Se encontraba en el auto, pero no en el auto del chofer que le habían asignando, sino en el auto de su jefa, que se había ofrecido a darle un aventon, ya que el señor Jung esa noche tendría su cena de aniversario con su esposa y pidió el resto del día. Muy bien por el señor Jung, ¿Pero y ella donde queda?.

Sinceramente hubiera preferido pagar una millonada a un taxi para que la llevara a su departamento que quedaba en el otro extremo de la ciudad, antes que estar en ese auto en ese mismo instante.

Se compraría una moto la semana que viene, no dejaría que esto volviera a ocurrir.

Pero su jefa quería dárselas de buena samaritana, así que la arrastró del brazo hasta su auto, su lindo  Ford Mustang Fastback Cammer Engine 1965, un modelo bastante viejo que sin duda llamaba la atención en las calles, por su vibrante color rojo y el rugido salvaje de su motor. El adorado bebé de Hwang SoYoon, lo cuidaba más que su alma. De toda su colección de automóviles de la marca ford, este era su favorito. Dato que no le pidió, pero igual se lo dio.

—¿Te molesta si fumo?— Preguntó su jefa sin quitar la vista del camino, el reflejo de las luces de los autos se reflejaba en sus gafas de armazón de hierro. Unas gafas elegantes que favorecían su rostro.

—¿Realmente le importa si me molesta?— Se giró a verla con una ceja alzada. Escéptica.

—No, pero quise ser cortes y preguntar — Se encogió de hombros la mujer que conducía con una sola mano en el volante y la otra se mantenía en la palanca de cambio. Se veía segura conduciendo. Hwang SoYoon se veía segura haciendo cualquier cosa.

Bada solo rodó su ojos y volvió a su vista a la ventana. Escuchó el chasquido del encendedor y en poco tiempo el espeso humo invadió el interior del auto y los pulmones de Bada, tosió un poco mirando mal a su jefa que se le había olvidado bajar las ventanillas para que el humo escapara. Bada se apresuró a girar la manilla, SoYoon ni pareció inmutarse, ella estaba concentrada en fumar y conducir, viéndose atractiva y perfecta.

Bada nuevamente pensó en que la odiaba. 

—¿Te apetecería ir a cenar conmigo?

(¿A ti no se te apetece pintarte un bosque y perderte?)

—No tengo hambre, pero gracias por la oferta. — Se negó sin titubear. Cruzando sus brazos por encima de su pecho.

SoYoon siguió imperturbable.

—¿Y una copa? ¿Te gustaría?— Siguió insistiendo.

(Si, una copa de arsénico ¿No te apetece eso mejor?)

 —No gracias, no bebo alcohol.

—¿Entonces qué quieres? Vamos, intento consentirte, el otro día no quise molestarte enserio.

(Lo que quiero es morirme señora...)

—Ya olvide lo del otro día, no tiene caso... Usted siga adelante sin remordimientos — Murmuró entre dientes, aferrándose a si misma incomoda.

SoYoon cruzó en una esquina y luego paró el coche cuando el semáforo se puso en rojo. El momento perfecto para botar la colilla de su cigarrillo consumido y mirar el perfil serio y tenso de Bada.

—Bada, vamos... Trato de ser buena — Canturreo la mujer y la rubia no pudo creer que ella le estuviera rogando.

(Todo es parte de un plan, cree que eres un juguete como los demás) se dijo así misma, pellizcando su costado para retener sus ganas de voltear a verla.

Si SoYoon te mira por encima de las gafas, estas propenso a caer en sus ojos y ellos no te soltaran jamás.

—¿Y que quiere que haga? ¿Me hago una galleta con eso y me la como?— (Eso, sigue así), celebró internamente. Ella no seria otro de esos juguetes con los cuales se va a divertir.

SoYoon sonrió ladina, burlándose.

(Esa maldita sonrisa)

—Me agradas Bada, pero si sigues de esta manera... Puede que te arrepientas después.

—¿Por qué? ¿Va a despedirme?— Preguntó exageradamente emocionada, solo así la miró, con una sonrisa sarcástica. —Si es así, no lo alargue más. ¿Por qué esperar a ese momento?

El silencio fue sepulcral entre ambas. A Bada no le agradaba su jefa y no iba a ocultarlo, así como su jefa no ocultaba que no le miraba a los ojos sino a los pechos.

—Eres... — Bada se quedó esperando a que terminara de hablar,  un insulto, Bada esperaba un insulto — Eres adorable, simplemente adorable. 

Y eso la decepcionó un poco. Un insulto, Bada quería un insulto, porque de esa manera no se sentiría extraña.

—Solo conduzca que la luz ya cambió a verde — Le ordenó con el rostro totalmente tenso. Su expresión rígida como si hubiera sido tallada en piedra.

SoYoon ensanchó su sonrisa y le hizo caso su ordenanza. Era simplemente adorable, aunque algo fastidiosa, no se ablandaba con nada esa mujer. 

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Que lo disfruten ❤️❤️

Papper Heart - Lee Bada fanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora