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Nota:  Hacia el final del capítulo hay una escena que yo considero medio turbia, traté de dejarla lo menos gráfica posible pero lo suficiente como para que fuera entendible.

01 de Enero 2018

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01 de Enero 2018

— ¿Cómo lo haces? — preguntó una vez que Nanami estuvo lo  suficientemente cerca de ella en las gradas de uno de los jardines de la preparatoria. Estaba helando y Yuna no dejaba de temblar, pero durante los últimos días había descubierto que si se concentraba solamente en que se estaba congelando no pensaría en que sus amigos estaban muertos y su capacidad de usar energía maldita inversa, jodida.

Feliz año nuevo, decían por ahí.

— ¿Nunca has pensado en dejar todo? ¿Qué esta vida ya te quitó lo suficiente? — habló de nuevo, con una amargura que nunca había escuchado en su propia voz.

El hombre la miró por largos segundos antes de siquiera tomar aire para darle una respuesta.

— Todo el tiempo. — respondió simple y Yuna tuvo que pelear para no abrir la boca con sorpresa. — Una rutina tan devastadora como la de los hechiceros te chupa toda la vida, pero era esto o ser un oficinista, y ser oficinista también es bastante deprimente.

¿Qué? La inesperada resignación en las palabras del hombre y la brutal honestidad que Yuna había creído necesitar estaban siendo difíciles de procesar en aquellos momentos.

— ¿Es esto algún tipo de psicología inversa? — preguntó confundida.

— No, te estoy siendo honesto Hayashi, perdemos gente, salimos heridos, lo peor de todo es que exponemos a nuestros jóvenes a peligros para los que no están preparados antes de tiempo, ser hechicero es una mierda la mayoría de las veces. — la honestidad seguía presente, en cada palabra que Yuna escuchaba y no sabía muy bien qué hacer con ella. — Sin embargo, descubrí que hay gente inocente que se lleva la peor parte y que si puedo hacer algo al respecto lo voy a hacer. Además de que soy mejor hechicero que oficinista.

Perpleja, asintió, aquello no era lo que esperaba de alguien tan dedicado a su trabajo como lo era Nanami, sus palabras causaban un poco de disonancia en su cerebro, pero parecían resonar de alguna manera.

— ¿Entonces lo importante es el motivo? — preguntó , algo tenía que salir de aquella desalentadora conversación.

— Puedes verlo de ese modo, para algunos, sus motivaciones son el pilar de su identidad como hechiceros. — habló él mientras le tendía lo que se veía como una cobija. — Lo que los ayuda a seguir adelante en sus momentos más duros.

De pronto, Yuna se sintió vacía e inútil, nunca se había puesto a pensar en sus motivos, incluso en las peores misiones sólo se recordaba que era una responsabilidad, algo en lo que aparentemente era buena porque había nacido con ello, su rol en la sociedad.

Special / 𝐍𝐚𝐧𝐚𝐦𝐢 𝐊𝐞𝐧𝐭𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora