Un mundo perfecto

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El parásito cap. 7: "Un mundo perfecto"

Con el amanecer de un nuevo día, sentada en medio de una oscura habitación, frente a un ostentoso tocador color marfil con adornos dorados, se encontraba la princesa Celestia observando fijamente su reflejo mientras tiznaba sus mejillas con una pequeña cantidad de rubor, cuidando los últimos detalles de su maquillaje bajo la tenue luz de los rayos del sol que se filtraban por las cortinas.

Habiéndose levantado desde hace unas horas, la ex monarca ya se encontraba arreglada y perfumada, teniendo su larga melena recogida en una casual cola de caballo evitando qué su cabello hondee libremente como normalmente lo hacía, vistiendo unos pequeños shorts de mezclilla hechos a su medida, que a pesar de ser inmensos debido a que tenían que soportar el gran trasero real, de todos modos le quedaban algo ajustados en ciertas zonas, una blusa de tirantes amarilla, dejando visible la parte superior de sus enormes pechos y unas zapatillas blancas cerradas sin tacón ni correas, además de no llevar ninguno de sus ornamentos habituales, ni siquiera aretes, habiendo seguido los consejos de Can a la hora de hornear el pan, retirando cualquier accesorio innecesario qué pudiera acabar dentro de un baguette, además de vestir más ligera para no padecer del terrible calor que se generaba en la panadería por culpa los hornos, aunque él no sabía que ser la diosa del sol dotaba a Celestia de una inmunidad completa al fuego y al calor.

Aún así Celestia decidió no ignorar los consejos que le había dado el minotauro, vistiendo un atuendo que distaba enormemente de su típica apariencia de princesa refinada y de alta cuna, luciendo más como una joven yegua en su pleno apogeo, mostrando tanta carne como sus ropas se lo permitían sin llegar a ser llamada una exhibiciónista, con la diferencia de que era a Celestia quienes cubrían esas minúsculas ropas, lo que provocaba qué sus dotes de por sí enormes resaltarán mucho más, habiendo pasado gran parte de la mañana contemplando el reflejo en su espejo con un gran sonrojo en sus mejillas, sintiéndose algo avergonzada pero al mismo tiempo libre, pues ella sabía que algo así jamás hubiera podido pasar en las elitistas calles de Canterlot o en los inmaculados pasillos del castillo, aunque concluyendo qué efectivamente quizás mostraba más carne de la que debería en ciertas zonas, sin embargo una vez tuviera puesto su delantal se solucionaba dicho problema o al menos así pensaba ella, por lo que no le dio demasiada importancia.

Finalmente tomando aquel mandil amarillo qué estaba sobre su cama y que decia "besa a la cocinera", salio de su habitación hacia el comedor, deslizándose por el barandal con una divertida sonrisa, incluso soltando un "wiiiii" mientras descendía por el costado de la escalera, hasta llegar a la gran mesa de vidrio y metal, con varios acabados elegantes en forma de flores por toda su superficie, donde la princesa Luna ya se encontraba sentada en el extremo opuesto al suyo, tomando despreocupadamente una taza de café mientras leía el periodico.

"Buenos días hermana"

Saludo Celestia cordial, dejando su mandil apoyado sobre el respaldo de su silla, para acto seguido sentarse en su asiento, donde a los pocos segundos le fue entregado su desayuno siendo esta vez una ración de bizcocho de plátano con un puñado de moras encima, sobre una cama de crema batida y un batido de chocolate, una dieta quizás no muy saludable pero que sin duda sabía despertar los placeres de la ex princesa del sol, a diferencia de Luna quien solo comía un emparedado de margaritas junto con su café quien a su vez respondió con un seco.

"Hola"

Ignorando por completo a su hermana mayor, observando fijamente aquel periódico qué tenía sobre sus manos, dando pequeños sorbos a su café.

"mmm? ¿Qué pasa, Luna?"

Se apresuró a preguntar la alicornio blanca, extrañada por el actuar inusual de Luna, conociendo de antemano la personalidad de Luna desde su disputa en donde se vio involucrada la aprendiz de Twilight, Starlight, sabiendo exactamente cuándo algo la molestaba, o le preocupaba en particular, una habilidad que desarrolló con los años y lamento no haber adquirido antes de los eventos de Nightmare Moon.

MLP Fanfic: "El parásito" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora