Capítulo 4: Un Reinicio Agitado

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A la mañana siguiente Celestia se despertaba de su cama con unas horribles ojeras y un malestar en todo su cuerpo como si se la hubiera pasado toda la noche de fiesta como los jóvenes aunque la verdad era que se la había pasado toda la noche anterior pensando en aquel problema en el que indirectamente su hermana la había metido, no pudiendo evitar pensar a pesar de estar varios kilómetros lejos de Canterlot que aún seguía dentro del palacio. 

- ¡mmmgh!

Con un somnoliento gruñido finalmente la princesa del sol se levantó, sentándose a un lado de la cama tallandose sus ojos con amargura para acto seguido alzar sus brazos y estirarlos al igual que sus gigantescas alas blancas a su máxima envergadura, estirandose de manera perezosa soltando de sus labios un pequeño gemido al sentir alguno de sus  huesos crujir de manera dolorosa pero exquisita, para luego mostrar una expresión de satisfacción.

- aaaah!~ mucho mejor

Exclamó para entonces levantarse de la cama, comenzando a caminar arrastrando sus pies hasta el cuarto de baño donde luego de una rápida ducha salió completamente desnuda evidenciando sus despampanantes atributos, su trasero tan grande y blanco como un par de gigantescos bombones, sus caderas anchas y cintura delgada siendo adornadas por un par de dorados soles en cada uno de sus flancos, y finalmente unos enormes pechos, tan grandes como un par de pelotas de playa pero con la firmeza de unos músculos bien entrenados, siendo estos adornados por unos rosados pezones invertidos en cada punta de estos, siendo un detalle que no muchos conocían de la monarca, como una consecuencia de todos los miles de años en los que Celestia estuvo obligada a vestir ajustados corsés y vestidos que apenas dejaban pasar el aire a sus pulmones, los cuales finalmente terminaron por invertir aquellas pequeñas montañas rosadas en las copas de la ex princesa. Cepillándose calmadamente su pelo que imitaba a una aurora boreal hasta que súbitamente y sobresaltado a la alicornio blanca esta escucho provenir de un rincon de su habitacion.

- Buenos días princesa Celestia aquí esta su toalla

Dijo una pony de pelaje azul claro y crin rubia, además de ser bastante atractiva quién estaba parada a un lado de la puerta de baño sosteniendo en su antebrazo una toalla limpia vistiendo un uniforme de mucama.

- AAAAAAAHHH!!

Grito Celestia quien dejó salir de sus labios un grito que retumbó por toda la mansión, tratando de ocultar su desnudez rápidamente con una de las sábanas, al mismo tiempo que se pudieron oír unos fuertes pasos correr en dirección a su habitación hasta que de pronto se abria su puerta de golpe. 

- ¡¿que sucede mi princesa?! ¡Dígame cual es la emergencia?! 

Exclamo una fornida pegaso de color anaranjado y una melena carmesí amarrada en una cola de caballo dejando solo un pequeño fleco sobre su frente, quien además traía una armadura dorada con el símbolo del sol grabado en su pecho, entrando a la habitación dandole una fuerte patada a la puerta, lista para patearle el trasero a cualquier villano que se hubiera atrevido a irrumpir los aposentos de su princesa.

Sin embargo su parte Celestia solo parecía avergonzarse más con cada segundo que pasaba al ya no tener a una sino a dos completas desconocidas en su alcoba mientras ella estaba desnuda no pudiendo evitar sentir una profunda verguenza que rapidamente tiño sus mejillas de rojo. 

- ¿Q-quienes son ustedes?! ¡¿Y que hacen en mi habitacion?!

Demandó ella bastante alterada sin embargo aquella pony vestida de mucama permaneció impacible, acercandose a la ex princesa con un paso mecanizado para entonces envolver a la monarca con aquella toalla en sus brazos, logrando tranquilizar un poco a la princesa.

MLP Fanfic: "El parásito" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora