Vapor.

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Otro día más había despertado, desayunado y entrenado, todos los días con sus aburridas rutinas las cuales ya estaba acostumbrado a cumplir.

Pero con la excepción de que ahora se encontraba Angie en su cuarto diciéndole que se preparara para salir.

--Rodrigo, me informa el señor Ivan Buhajeruk que lo espera abajo en unos minutos.

Rodrigo suponía que saldrían a una de sus misiones "casuales" dónde terminaban en persecuciones y balaceras.

-- Por la ropa no te preocupes, el señor Buhajeruk dice que te vistas casual y con ropa cómoda.

¿No usarán ropa?

-- ¿Adónde mierda se supone que vamos?

-- A unos baños termales privados de el jefe, el señor Buhajeruk los compro hace un tiempo y ahora finalmente les darán uso, debes considerarte afortunado de ir, el señor no suele llevar a los nuevos a este tipo de cosas.

Finalmente un día de descanso libre de muerte, aunque Rodrigo tan solo esperaba ansioso a qué la noche llegará, parecía un total desesperado, de tan solo pensar en la forma o posición en la que Ivan y el tendrían sexo, sentía escalofríos recorrer todo su cuerpo y acumularse en su parte baja.

Camino hacia su armario y tomo uno de los muchos conjuntos que ahora tenía a su disposición.

Se vistió y camino rápidamente a la parte exterior de la mansión, no quería hacer esperar a Ivan, de lo contrario probablemente lo castigaría está noche, aunque el no podía decidir, ¿Premio o castigo?

Dejando de lado sus pensamientos hormonales salió de la mansión y se encamino a uno de los muchos autos oscuros que eran propiedad de Ivan.

A los pocos minutos vio aquella característica cabellera negra entrar a el auto, se emocionó y su corazón dió un vuelco de tan solo saber que Ivan venía, aquella emoción se fue al ver a el "perro" de Ivan venir detrás de el, realmente le molestaba ver a Juan seguirlos todo el tiempo, su emoción se fue y entro a el vehículo negro para sentarse en la parte trasera.

El camino fue aburrido, los movimientos no eran necesarios, tan solo con sus miradas Ivan y Rodrigo hablaban y no como te imaginarás no era una conversación muy tierna.

Había una gran edificación escondida entre el bosque en el cuál hace tan solo unos minutos entraron; era un edificio grande color beige, daba una estética antigua pero linda, era uno de los edificios más lindos que había visto, por supuesto que lo era, esto lo compro Ivan y el líder de una de las más grandes mafias, era obvio que no se iba a conformar con algo simple.

Bajaron los tres en silencio, se fueron adentrando al edificio mientras eran seguidos por aproximadamente 30 hombres todos con traje.

Entraron por los pasillos y Ivan se fue alejando poco a poco de todos hasta que desapareció repentinamente dejándolo solo a el junto con Juan y los 30 hombres.

Así que hizo lo mismo que todos los demás, dejo sus pertenencias y tomo una toalla blanca mientras seguía a la multitud por los pasillos.

Llegaron a un cuarto y todos tomaron asiento en las butacas para comenzar a asearse, así que el hizo lo mismo, ignorando las miradas de los otros 30 hombres desnudos que tenía a su alrededor, comenzó a tallar la suave esponja contra su cuerpo eliminando las impurezas de esta.

El Rey Y Su Pequeño Príncipe. Rodrivan Donde viven las historias. Descúbrelo ahora