Venganza

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Ahí se encontraba Rodrigo, estático y sin saber cómo reaccionar. Observando al hombre que había arruinado toda su vida, quien asesinó a su madre frente a sus ojos, quien lo vendió y quien hizo que cada día de su vida se convirtiera en un infierno.

No sabía cómo reaccionar, las piernas le
temblaban y las palabras no le salían de la boca. Solamente quería salir de aquella habitación y dejar de ver ese rostro, protagonista de sus innumerables pesadillas.

Su padre...

Giró en dirección a Iván para toparse con su sonrisa llena de maldad ¿Por qué le hacía esto? ¿Es que acaso disfrutaba verlo sufrir?

Su padre intentaba gritar pero sus gritos eran callados por la mordaza, se removía en la silla intentando librarse de aquella atadura. Con los ojos pedía ayuda a su pequeño hijo mas este solo se quedaba parado con la mirada perdida y
sintiendo todo su cuerpo flaquear.

-Que bonita reunión familiar ¿No crees, Rodri?

-¿Por qué lo trajeron aquí?

-¿Ah? Es tu padre ¿no estás contento de verlo?

Carrera lo sabía, el pelinegro se estaba burlando de él, por verse tan vulnerable frente a su padre.

-Con permiso, me retiro.

Rodrigo se dispuso a salir de aquella habitación pero la fuerte mano de su líder rodeando su delgado brazo le impidió su salida. Sin poder evitarlo lagrimas comenzaron a brotar de sus ojos color esmeralda.

-Creí que ya no llorabas, Rodri. No puedes irte aún, primero saluda a tu padre.

Ivan soltó al castaño y caminó hasta el
hombre que se encontraba atado en la silla. De forma brusca le sacó la mordaza, apenas lo hizo comenzó a gritar de forma desesperada llamando a su hijo.

-¡Rodrigo! ¡Hijo ayúdame, dile al señor Buhajeruk que me libere! Así pagarás lo que me debes.

El castaño al escuchar aquello volteó rápidamente en dirección a su padre ¿Lo que le debe? ¿Que le debía él a aquel hombre? Lo único que había
hecho fue arruinar su vida.

-¿Que se supone que le debo a usted

Rodrigo le habló tajante y con claro odio hacia él.

-Vamos hijo, no estes molesto. Mira a tu
alrededor, vives en una mansión, con los
yakuza. Comes bien y duermes en una lujosa habitación, en una suave cama ¿No crees que debes agradecerme eso? Dile al señor Buhajeruk que..

Rodrigo ya no podía seguir escuchándolo, aquel hombre no era su padre, era un completo bastardo loco.

-¿Quieres que te agradezca por la lujosa vida que llevo? ¿Sabes a cuánta gente veo morir todos los días? Ellos mueren de todas las formas posibles, apuñalados, con balas incrustadas en sus cabezas, rebanados o mutilados, incluso algunos
se suicidan para no tener que sufrir.. ¿Quieres que te agradezca por esto?

Una maniática risa resonó entre las cuatro paredes que los rodeaban. Ivan veía como Carrera reía mientras
incontables lágrimas salían de sus ojos y se deslizaban por su mejillas. Aquello le causaba gracia.

-¡Deja de llorar y suéltame Rodrigo! ¿Pensaste que la vida sería fácil? Esta es la realidad, acéptala. Ahora ayuda a tu padre.

Buhajeruk quería volarle todos los sesos pero se contenía, después de todo, el que lo acabaría sería otro... y sería mucho más divertido.

El Rey Y Su Pequeño Príncipe. Rodrivan Donde viven las historias. Descúbrelo ahora