¢คp 1

164 12 0
                                    

—Hola, Taehyung.

Kim Taehyung cerró sus ojos por un momento cuando oyó una voz que nunca creyó que volvería a escuchar. Inhaló profundamente y trató de estabilizar sus nervios antes de abrir sus ojos y darse la vuelta. No sería bueno para nadie ver a un anciano enloqueciendo, incluso si él estaba enloqueciendo.

—Hola, Jungkook —dijo Kim mientras doblaba sus manos juntas enfrente de él, esperando que el hombre no viera cuánto temblaban éstas—. Ha pasado mucho tiempo.

Y Jeon se veía tan magnifico como hace cuatro años. No era justo, realmente no lo era. Tae quería que fuera viejo y feo. No era el caso. Todavía lucía alto y musculoso y sexi como el pecado. De hecho, Jungkook sólo se había vuelto más sexi con el pasar de los años.

—Cuatro años —respondió Jeon—. Desde la última Gran Reunión.— ¿Cómo has estado?

Para Kim era agonizante pararse ahí conversar placenteramente con la persona que lo había destruido. Habían pasado cuatro años desde que se habían visto. Y el anciano sintió cada segundo como un cuchillo en su corazón.

Jungkook cruzó sus musculosos brazos sobre su pecho y se apoyó contra la pared. —¿Eso es todo lo que tienes que decirme después de todo este tiempo?

—No estoy seguro de que tengamos mucho que decirnos el uno al otro.

Taehyung ciertamente no tenía nada que decirle a Jeon. Sentía que todo había quedado dicho cuando se despertó solo en la cama. No había visto a Kook desde entonces. No hubo explicación, ni nota, ni siquiera una llamada telefónica. el hombre simplemente se había ido, junto con todas sus posesiones.

Había empacado y se había ido en medio de la noche sin decir ni una sola palabra.

Para Taehyung, eso lo decía todo.

—Me necesitan en el gran salón —dijo Kim—. Fue... interesante verte de nuevo, Jeon.

De dio la vuelta rápidamente y se apresuró por el largo pasillo antes de que Jungkook pudiera decir otra palabra o detenerlo. Taehyung había previsto ver a Jeon de nuevo. De alguna manera, a pesar del dolor que sufría casi cada día, nunca había pensado que sería tan duro.

Quería gritarle a Jeon, demandar respuestas. Quería saber por qué él lo había dejado en medio de la noche. Quería saber por qué el hombre lo desechó como si no hubiesen tenido nada juntos. Y aun, no lo hizo. Tenía miedo de las respuestas.

Taehyung hizo una pausa ante la entrada del gran salón e inhaló varias respiraciones calmantes. No sabía cómo iba a bloquear sus emociones cuando estaban tan cerca de la superficie. Simplemente sabía que tenía que hacerlo.

Ahora era un anciano. Había recorrido un largo camino desde el joven desgarbado que Jeon había conocido hace años atrás. Había vertido toda su angustia en convertirse en al anciano de los clanes de hadas. Le dio un propósito y usualmente lo mantenía demasiado ocupado para pensar en el hombre.

Y ahora el hombre estaba aquí.

El hada se sacudió de sus profundos pensamientos cuando vio a los otros ancianos reunidos en el estrado. Se requería que él estuviera allá arriba con ellos. Esta noche unirían o destruirían a la comunidad paranormal.

La Gran Guerra entre los paranormales los había diezmado a todos. Cientos habían sido asesinados, clanes enteros habían sido erradicados. En los veinticinco años desde entonces, en gran medida, las cosas se habían asentado entre los diferentes paranormales, pero todavía había muchas peleas... algo que los ancianos planeaban terminar esta noche.

Los humanos se habían vuelto conscientes de los paranormales durante la Gran Guerra. Aunque estaban bastante contentos dejando que los paranormales vivieran en una relativa paz, no estaban de acuerdo con la discordia, luchas, o el millón de otras cosas estúpidas que insistían hacer las personas más jóvenes en nombre de su especie.

lค งēr໓ค໓ rēงēlค໓ค ēຖtrē ēl hค໓ค ฯ lค pคຖtērค.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora