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Taehyung sonrió mientras la conciencia se apoderaba de él lentamente. Había estado teniendo un sueño tan maravilloso. Estiró sus brazos por encima de su cabeza y luego se estiró hacia el otro lado de la cama para alcanzar a su amante, su pareja. El rubio inhaló profundamente y sus ojos se abrieron de golpe cuando su mano encontró carne caliente.

—Estás aquí —susurró.

—Estoy aquí, mi amor —respondió él. Una sonrisa triste surgió en sus labios mientras presionaba la mano de Kim contra su pecho desnudo—. Nunca te despertarás de nuevo sin que yo esté en tu cama.

Tae movió su mano, acariciando el pecho de Jungkook con sus dedos. Estaba impresionado por la vista. Era algo tan pequeño... la palidez de sus dedos moviéndose por la piel blanca de Jungkook. Pero abrumaba al rubio hasta el punto en que apenas podía respirar.

—Estás aquí —volvió a susurrar Taehyung, casi asustado de que siguiera soñando. No quería cerrar sus ojos o siquiera parpadear en caso de que estuviera soñando y la vista fuera a desaparecer—. Realmente estás aquí.

El rubio sintió un sollozo construyéndose en su garganta. Rodó y rápidamente enterró su cara en el enorme pecho de Jungkook, tratando de tragar. Tae se estremeció cuando sintió los brazos de Jeon envolviéndose a su alrededor. La mano del castaño comenzó a acariciar su cabello.

—Estoy aquí, Taehyungie, y no voy a ir a ninguna parte.

Kim asintió. Los recuerdos de la noche anterior comenzaron a filtrarse en su cabeza. Jungkook lo había reclamado una vez más, y él había reclamado a Kook como respuesta. Estaban apareados para bien o para mal... a menos que Jeon decidiera ir a buscar al anciano y anular su apareamiento.

El corazón de Taehyung martilló en su pecho mientras se apartaba de Kook y rodaba para mirar la hora en el reloj. Luchó por un momento cuando Jeon lo agarró y lo tiró hacia atrás.

—Es demasiado tarde para eso, Tae. —Las facciones de Jungkook se iluminaron—. El Anciano Yoo se fue. Lo llamé y le dije que no necesitaríamos sus servicios.

—¿Lo llamaste y le dijiste que no lo necesitaríamos?

—Te dije que no iba a dejarte ir, y quise decirlo.

Taehyung no podía haber explicado la risa que se escapó de sus labios mientras se arrojaba a sí mismo contra Jungkook como si su vida dependiera de ello. Todo el dolor y la preocupación y el sufrimiento de los últimos cuatro años pareció deslizarse cuando la risa de Jeon se unió a la suya, los dos sonidos jubilosos llenaron la habitación.

Años de tensión cayeron de la expresión de Kook, convirtiéndolo en el hombre devastadoramente atractivo del que Tae se enamoró. Tae se estiró para tocar la mejilla del castaño mientras rodaba para quedar encima del hombre.

—Kookie —susurró.

Los ojos de Jungkook se cerraron por un momento mientras se inclinaba en la mano de Taehyung. Estaban sospechosamente húmedos cuando Kook los abrió un minuto después.

—He esperado tanto tiempo para escuchar esa palabra saliendo de tus labios, TaeTae.

—He esperado tanto tiempo para decirla.

Taehyung tragó con fuerza ante la mirada de adoración que llenaba la cara de Jungkook. Había visto esa mirada una vez, hace muchos años atrás antes de que todo se fuera al carajo. Tenía miedo de entregarle su corazón a Jeon una vez más en caso de que esa mirada se desvaneciera. No podía creer que pudiera manejar el rechazo de Kook una segunda vez.

Y justo eso podía suceder si no era completamente honesto con Jeon. Necesitaba contárselo todo al castaño y lo sabía. No podía entregar su corazón si existía la posibilidad de que Kook lo abandonara de nuevo.

lค งēr໓ค໓ rēงēlค໓ค ēຖtrē ēl hค໓ค ฯ lค pคຖtērค.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora