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Jungkook se sentó en la ventana y observó a Tae dormir. El sol estaba recién comenzando a ponerse, y la luz de la luna que brillaba a través de la ventana le daba a Kim un brillo a un más etéreo del que normalmente tenía el hombre. No debería haber tenido ese efecto, ya que cielo estaba cubierto y la lluvia estaba comenzando a caer. Pero de alguna manera, la luz de la luna había encontrado un camino a través de ella, y resplandecía justo sobre Taehyung.

El hada siempre fue el hombre más sexi que Jeon haya conocido jamás. Ciertamente enganchaba a Jungkook bastante rápido. Una mirada, y el castaño había quedado enganchado. Incluso después de todos los años separados, Jungkook todavía no podía quitarse la imagen del hombre de su mente... y lo había intentado. Pero Taehyung nunca se había visto mejor, especialmente con el suave brillo poscoital sonrojando su piel blanca.

Y justo ese era el meollo de su problema. Jungkook empujó su mano a través de su cabello luego se inclinó para apoyar sus codos en sus rodillas. No sabía lo que estaban pensando los ancianos cuando emitieron su pequeño decreto. Tenían que haber perdido sus malditas cabezas.

¿Forzar a alguien a aparearse? La mera idea hizo que Jungkook empuñara sus manos con fuerza. No quería estar emparejado. Especialmente, no quería estar emparejado con Taehyung. Bueno, sí quería, pero sabía que no podía confiaren el hombre a más allá de un par de metros de distancia.

Tae era un hada, y todos en el mundo paranormal sabían que las hadas eran incapaces de ser fieles. Jeon se negaba a tener una pareja que no pudiera mantener sus pantalones puestos. Y ahora estaba atascado con una que no podía ser fiel.

Esa era la razón por la que Jungkook se fue hace tantos años atrás. Había hecho más que confiar en Tae. Las imágenes del hada siendo jodido por otro hombre ardían en la mente de Jungkook, algo que nunca olvidaría en su vida. Las pornográficas fotos de Taehyung en los brazos de otro hombre que se deslizaron debajo de su puerta casi lo destruyeron. No pudo alejarse lo suficientemente rápido.

Y ahora aquí estaba, apareado al único hombre que había esperado no volver a ver de nuevo, el único hombre que podía destruirlo. Tenía que haber alguna manera de romper el apareamiento. Jungkook no podía vivir el resto de su vida con un hombre en el que no podía confiar.

Se puso de pie y empezó a dirigirse hacia la puerta, determinado a encontrar una forma de romper el vínculo entre él y Kim, cuando un pequeño movimiento en la cama captó su atención. Jungkook se detuvo a los pies de la cama, incapaz de apartar sus ojos del hombre.

Taehyung se estiró, dejando escapar un pequeño gemido. Una sonrisa cruzó sus labios cuando su mano cruzó el lado vacío de la cama. Jungkook frunció el ceño cuando Taehyung inhaló repentinamente, abriendo sus ojos, y volteándose para mirar el lugar vacante. Su mano se apretó en las sábanas.

El rubio simplemente miró el lugar por un momento. La sonrisa se deslizó de su rostro lentamente, y presionó sus labios y cerró sus ojos. Parecía estar conteniendo el aliento hasta que rodó a un lado de la cama.

El cambiaformas oyó el aire moviéndose sutilmente en los pulmones de Tae cuando el hombre se sentó a un lado de la cama, sus manos agarrando las sábanas a ambos lados de él. Sus hombros se desplomaron mientras Kim se doblaba sobre sí mismo.

Los ojos de Jungkook se abrieron ampliamente cuando vislumbró las dos alitas traslúcidas saliendo de los omóplatos de Tae. No recordaba que el rubio las tuviera antes. Incluso mientras miraba, las alas se plegaron y se presionaron contra la espalda del anciano.

Después de un momento, Taehyung apartó de su rostro su largo cabello rubio como la luz del sol. Fue sólo entonces que Tae notó a Jungkook parado a los pies de la cama. Su rostro palideció. Una mirada nerviosa se apoderó del rostro de Taehyung mientras dejaba caer sus ojos rápidamente y volteaba su cabeza. Jungkook casi se rió cuando Kim agarró las mantas y las envolvió alrededor de su cuerpo desnudo.

lค งēr໓ค໓ rēงēlค໓ค ēຖtrē ēl hค໓ค ฯ lค pคຖtērค.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora