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A Jungkook le dolió el corazón ante la desesperación en el rostro de Taehyung. Se estiró y agarró a su pareja, tirándolo de regreso a sus brazos. El espacio entre ellos, incluso unas cuantas pulgadas, era demasiado que soportar. Jungkook necesitaba sentir a Kim en sus brazos una vez más y saber que el hombre no lo había traicionado.

Su mente seguía sacudida con la idea de que todos esos años de soledad habían sido su culpa. Si tan sólo se hubiese tomado el tiempo para hablar con Tae, tal vez incluso haberlo confrontado cuando encontró las fotos, nada de esto habría pasado.

No, él había huido como un cobarde, demasiado herido como para decir algo. Y había pagado el precio por esa decisión durante estos cuatro años al no tener al rubio en su vida. Eso era algo que Kook sabía que nunca podría arreglar, incluso si Kim lo perdonaba.

—Lo lamento tanto, tanto, TaeTae —susurró Jungkook contra el costado de la cabeza del chico—. Algún día, cuando me haya vuelto a ganar tu confianza, te pediré tu perdón. Sé que después de todo lo que te he acusado no lo merezco, pero...

El hada echó su cabeza hacia atrás. —Te perdono.

Jeon sonrió lleno de culpa. —Yo no me perdono a mí mismo. Debería haber creído en ti y no haber asumido que eras culpable automáticamente.

Taehyung bajó la mirada a las fotos desparramadas en el suelo. —Creo que tenías el derecho a asumir que era culpable. Yo también creí que era yo la primera vez que las vi.

Kook frunció el ceño y alcanzó una de las fotos. —Todavía no sé quién las deslizó debajo de mi puerta o por qué el chico en ellas se parece tanto a ti. Obviamente, alguien quería interponerse entre nosotros.

—Bueno —dijo el rubio mientras tomaba la foto del cambiaformas pantera— puedo decirte quien estaba en la foto, pero no puedo decirte quien las deslizó debajo de tu puerta.

—¿Quién? —El interés de Jeon se hizo notar.

—Mi hermano, Baekhyun. —Tae arqueó una ceja mientras tocaba la foto con su dedo—. Mi gemelo idéntico. La única forma en que mis padres podían diferenciarnos era a causa de la marca de nacimiento en mi muslo. Así que, quien sea que haya tomado estas no sabía nada al respecto.

—¿Tienes un hermano gemelo?

Kim asintió.

—¿Por qué nunca me lo dijiste?

—Porque estaba demasiado ocupado enamorándome de ti. Pensar en mi hermano no estaba en mi lista de prioridades.

Jungkook tragó. El bulto construyéndose en su garganta estaba amenazando con bloquearle el aire a sus pulmones. Podía sentir su corazón latiendo más rápido mientras juntaba valor para hacer la única pregunta que había estado flotando en su mente desde siempre.

—¿Todavía me amas?

El castaño pudo ver la incertidumbre en los ojos del hada justo antes de que estos se cerrar. No podía soportar eso. Él ya había hecho que el chico sufriera suficiente. Era su turno de dar un paso al frente y ser un hombre. Jeon se estiró y ahuecó un lado del rostro de Tae, alzando su cabeza.

—Te amo, Kim Taehyung. Siempre te he amado. Incluso cuando estábamos separados y yo pensaba que me habías traicionado, aun te amaba. Esa es la razón por la que estaba tan enojado. Sentía como si mi corazón estuviese siendo arrancado de mi pecho.

Jungkook podía ver los ojos de Taehyung llenándose con cada palabra que pronunciaba. Esperaba que Tae aceptara sus palabras, pero si no lo hacía, Jeon lo comprendería. Realmente la había jodido. Ni siquiera estaba seguro de que pudiera perdonarse a sí mismo. Ciertamente no esperaba que la hada lo hiciera incluso si el hombre decía que lo hacía. El castaño no podía tener tanta suerte.

lค งēr໓ค໓ rēงēlค໓ค ēຖtrē ēl hค໓ค ฯ lค pคຖtērค.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora