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El sentimiento de fatalidad de Jungkook se multiplicó cuando la limusina se detuvo frente al edificio departamental. Se dio la vuelta para tratar de ver a cualquiera que pudiera trabajar para su padre, luego descendió lentamente del vehículo cuando no vio a nadie.

Mientras esperaba a los guardias, se paró enfrente de la entrada para que Kim no pudiese salir. Una vez que estuvo de pie frente a él, Jeon apuntó al auto y luego el edificio de ladrillo rojo frente a ellos.

—Quiero que uno de ustedes se quede junto al auto. Si escuchas o ves algo fuera de lugar, déjanos saberlo. El otro que venga con nosotros. Ambos deben mantener sus ojos bien abiertos. Estamos en territorio enemigo.

Los dos guardias asintieron. Uno se apoyó contra el auto, luciendo casual con sus manos metidas en sus bolsillos. Pero el castaño podía verlo vigilando todo cuidadosamente. Buen hombre.

—Vamos, mi amor. —Jungkook lo alcanzó y ayudó a Taehyung a bajar del auto. Envolvió el brazo del rubio a su alrededor y lo escoltó al interior del edificio.

—Este es un edificio agradable.

Kook miró a su alrededor, tratando de verlo a través de los ojos de su chico. Sólo vio pisos de madera y ladrillos rojos en las paredes. Nada le parecía especial. Se encogió de hombros y guió al hada al ascensor.

Jungkook presionó el botón para el ascensor. El olor a sangre fresca golpeó al cambiaformas como un tren fuera de control en el segundo en el que se abrieron las puertas del ascensor. Agarró a Tae alrededor de la cintura y lo empujó contra la pared detrás de él, protegiendo a su pareja con su cuerpo mientras registraba el área en busca de cualquier señal de amenaza.

No podía ver nada, pero podía olerlo, y olía familiar. Es sólo que Jeon no podía asegurar a quién le pertenecía el aroma. Había unas cuantas gotas de sangre en el piso del ascensor, pero aparte de eso, estaba vacío. Quien sea que haya estado en el ascensor había estado sangrando.

Jeon agarró el brazo del hada y lo arrastró hacia las escaleras. No sabía quién había estado en el ascensor, pero no iba a subir si podían estar esperándolo. Jungkook se aseguró de que Kim estuviera de forma segura entre él y el guardia, luego empezó a subir las escaleras.

Lograr llegar al tercer piso pareció tomar una eternidad, pero Jungkook sabía que sólo habían pasado unos cuantos minutos. Estaba caminando lentamente, señalándole a Taehyung y al guardia todos los lugares que crujían. Si alguien estaba esperándolo al final de las escaleras, no quería que ellos supieran que él iba en camino.

Antes de que lo supiera, el tercer piso estaba a sólo unos centímetros de Jungkook. Gesticuló con su mano para que Taehyung y el guardia se mantuvieran atrás, luego se acercó lentamente. Un rápido vistazo alrededor del borde del marco de la puerta que conducía al pasillo le mostró que estaba vacío.

El castaño olfateó el aire. El olor a sangre se estaba volviendo más fuerte, así como el inidentificable aroma que venía con él. Jeon gesticuló con su mano, pero mantuvo su cabeza girada hacia el pasillo mientras salía de las escaleras.

Cuando nadie apareció, el camabiaformas pantera caminó hacia la puerta. Sacó la llave de su bolsillo, la metió en la cerradura, y empezó a girarla cuando una tabla en el extremo opuesto del pasillo emitió un crujido.

Jungkook se giró, descubriendo sus colmillos y permitiendo que sus garras se extendieran. Empujó a Kim hacia atrás y se irguió tanto como le era posible, llenando el estrecho pasillo. Nadie iba a pasar por encima de él para llegar a su pareja, no sin matarlo primero.

—¿Jungkook?

El castaño frunció el ceño ante el susurró bajo. Conocía esa voz. —¿Hoseok?

—Hola, hermano.

lค งēr໓ค໓ rēงēlค໓ค ēຖtrē ēl hค໓ค ฯ lค pคຖtērค.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora