𝑪𝒂𝒑𝒊́𝒕𝒖𝒍𝒐 𝟓

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El ghoul en pijama

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── 𝕰𝖓 𝕷𝖆 𝕸𝖆𝖉𝖗𝖎𝖌𝖚𝖊𝖗𝖆 𝖙𝖔𝖉𝖔𝖘 𝖊𝖘𝖙𝖆𝖇𝖆𝖓 𝖒𝖚𝖞 𝖆𝖋𝖊𝖈𝖙𝖆𝖉𝖔𝖘 𝖕𝖔𝖗 𝖑𝖆 𝖒𝖚𝖊𝖗𝖙𝖊 𝖉𝖊 𝕺𝖏𝖔𝖑𝖔𝖈𝖔. Soleil creía que en cualquier momento lo vería irrumpir por la puerta trasera como hacían los otros miembros de la Orden, que entraban y salían continuamente para transmitir o recibir noticias.

—Bueno, no puedes hacer nada respecto a los... —Ron articuló la palabra «Horrocruxes» sin pronunciarla— hasta que cumplas diecisiete años o hasta que Sol cumpla los diecisiete años. Todavía tienen activado el Detector. Y aquí podemos diseñar nuestro plan igual que en cualquier otro sitio, ¿no? —Bajó la voz y susurró—: ¿O crees que ya sabes dónde están las cosas ésas, Harry?

—No, no lo sé —admitió Harry.

—Me parece que Hermione ha hecho algunas indagaciones —contó Soleil entrelazando sus dedos como distracción—. Me dijo que reservaba los resultados para cuando llegaras, incluso las dos hemos preparado algunas cosas para la partida.

Los tres estaban sentados a la mesa del desayuno; su madre, el señor Weasley y Bill acababan de marcharse al trabajo, la señora Weasley había ido al piso de arriba a despertar a Hermione y Ginny, a quienes les había pegado fuerte la noche anterior, y Fleur se estaba dando un baño.

—El Detector dejará de funcionar el día treinta —dijo Harry—. Eso significa que sólo necesito esperar aquí cuatro días más. Después podré...

—Diez días —lo corrigió Ron—. Tenemos que quedarnos para la boda y Sol aún sigue siendo menor de edad. Además, si no asistimos a la boda, nos matarán. Sólo es diez días más — añadió al ver que Harry ponía cara de contrariedad.

—Sol, tú cumpleaños —señaló Harry— no sabía que era el seis de agosto.

—No suelo decirlo, —reconoció alzando la mirada—tampoco lo celebro, no es extraño que no lo supieras.

No hubo razón para pensar que aquello fuera deprimente, pero Harry hizo una mueca al escucharlo, como si no le hubiera agradado escuchar precisamente que no consideraba relevante su cumpleaños.

No quería ver la expresión de lastima en su rostro y se volvió hacia Ron que miró hacia la puerta del recibidor para comprobar que su madre todavía no había bajado, y luego se acercó más a ellos—. Mi madre ha intentado hacernos hablar a mí y a Hermione; pretendía sonsacarnos qué estábamos tramando. Ahora lo intentará con ustedes, así que prepárense. Mi padre y Lupin también nos lo preguntaron, pero cuando respondimos que Dumbledore te había pedido que no lo contaras a nadie más que a nosotros, dejaron de insistir. Pero mi madre no; ella está decidida a descubrir de qué se trata.

La predicción de Ron se confirmó unas horas más tarde. Poco antes de la comida, la señora Weasley les pidió a ambos que la ayudara a identificar un calcetín de hombre desparejado que tal vez había caído a la cesta. Una vez en el lavadero, los miró con fijeza y, con tono despreocupado, les dijo:

—Por lo visto, Ron y Hermione creen que ninguno de ustedes cuatro irá a Hogwarts este año.

—Hum... Bueno, sí. Es verdad. —contestó Soleil.

El rodillo de escurrir la ropa giró espontáneamente y arrojó una camiseta del señor Weasley.

—¿Les importa decirme por qué han decidido abandonar los estudios?

𝑮𝒓𝒚𝒇𝒇𝒊𝒏𝒅𝒐𝒓 ⁴Donde viven las historias. Descúbrelo ahora