CAP. 6

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Nos dimos aquel suave abrazo que no quise que nunca acabara, me daba cuenta de que Axel era un chico dulce, tierno, atractivo, sensible y amable pero tendría que tener algún defecto después de todo.

-¿Te encuentras mejor?- dijo él, yo le dije que sí con la cabeza.-¿Vamos a casa?

Me separé de sus brazos y fuimos a paso lento a casa, iba mirando el suelo, él siempre tenía la cabeza bien alta. Llegamos pero mi padre y Amanda aún no habían venido, lo suponía. Me fui a ducharme y me puse un mono azul cielo de tirantes; salí del baño y Axel me miro de arriba abajo hasta clavar su intensa mirada en mis ojos, le sonreí y él también lo hizo, se sentó en el sillón y siguió bebiendo la taza de café que nos habíamos dejado antes.

-Toma tu toalla.- le dije mientras le devolvía la toalla que me había dejado.- gracias.

- Siempre es un placer ir contigo a la piscina.- dijo él sonriente.

Cogí mi móvil que estaba encima de la mesa apagado, lo encendí y vi muchísimos mensajes, algunos de papá de otros días, otros de mi madre que estaba en Hollywood y como no volví a ver aquel mapa en la pantalla, el punto rojo estaba cada vez más cerca de Valencia. En ese momento mi móvil sonó, era mi padre.

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Valencia 7.00

*Narra Rubén*

Me levanté de la cama y desperté a Amanda, habíamos quedado hoy con Santiago para cerrar la misión, mañana sería el gran día en que robaríamos el falso banco; sentía algo de preocupación por mi hija, sabía que se enfadaría al ver que yo no estaba, además, ella sabía que trabajaba en negocios pero no en negocios de este tipo.

-Amanda, despierta, tenemos cita con Santiago a las 8.00 h.- le dije intentando despertarla.

-Ya voy.- dijo mientras me besaba en la mejilla.

Fui hacia el comedor pero me encontré a Axel en su despacho con el ordenador y le hice una pequeña visita.

-Axel, nos tenemos que ir, ¿dónde está Zaida?.- pregunté al no haberla visto durmiendo en su cuarto.

-Ayer se durmió en el salón.- me respondió él.

- De acuerdo, voy a despedirme de ella, cuídala bien y salid un poco a la calle si os apetece.

-De acuerdo Rubén, que tenga un buen día.- me dijo él muy amable con una sonrisa.

- Igualmente.- le dije yo serio.

Fui al salón a despertarla pero estaba profundamente dormida, le dí un beso en la frente y me fui con Amanda a hablar con Santiago, llegaríamos sobre las 14.00 h. Cogí mi coche y nos fuimos a un restaurante a desayunar y a negociar bien el trato para la siguiente noche, el robo.

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-Buenos días.- dijimos los dos al unisono.

- Buenos días, tomad asiento.- dijo Santiago.- Y bien, saldréis de casa a la 1.00 h de la mañana ella, tú y el chico este, ¿cómo se llamaba?

-Axel.- volvimos a responder Amanda y yo.

-Sí, llegareis al banco y robareis todo el dinero de la caja fuerte, ¿de acuerdo?, si esto sale bien podréis dejar este trabajo para siempre y olvidaros de todo, si sale mal, todos iremos a la cárcel, que preferís vosotros, ¿qué haya cámaras o que no las haya?.- dijo Santiago, con alegría en su rostro.

Cantante a la fugaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora