𝐂𝐇𝐀𝐈𝐍𝐒𝐀𝐖𝐌𝐀𝐍!! «Denji One-Shorts»

Amigos

Basado en la primera parte del manga.
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No sé que pasó por mi mente cuando se me ocurrió acercarme a él, pero no me arrepiento de mi decisión.

Recuerdo que cuando eramos niños siempre lo veía llegar con sus ropas sucias y viejas, las cuales le iban demasiado grandes como para que él las usara. Tenía su rostro siempre con una expresión neutra y sus cabellos despeinados y mal cortados, como si lo hubiera hecho por su cuenta.

Tal vez fue por lastima, nadie se quería juntar con un niño como Denji.

Él era pobre y todos los padres del jardín de infantes cotilleaban sobre su progenitor, un alcoholico metido en líos y lleno de deudas sin pagar.

O tal vez fue porque tampoco nadie se queria juntar conmigo.

Demasiado tímida como para siquiera mirar a alguien, los demás compañeritos nisiquiera notaban que yo pasaba los recreos parada y sola, demasiado tímida como para siquiera moverme.

No tengo derecho de compararme con él, el cual siempre fue el único al que me animaba a mirar desde lejos. Denji se mostró hostil cuando me acerqué, pasito a pasito con mi muñeca entre ambas manos.

Me dedicó una mirada curiosa, ahí pude notar que sus ojos eran de color miel y no celestes como llegué a pensar en mi cabeza de niña.

Teniamos solo seis años y fue la primera persona con la que realmente conecté.

—¿Por qué me mirás tanto? — Preguntó el pequeño rubio, hace unos segundos que la niña se acercó frente a él, mirandolo fijamente y sin decir nada — ¿Te comieron la lengua los ratones?

Ella negó rapidamente con la cabeza y extendió su muñeca frente a los ojos del rubio. El la miró extrañado.

El pobre pensó en lo que le pasaría si su padre se enteraba de que estaba jugando a las muñecas con una niña en vez de jugar con los otros varoncitos de la clase... Pero ellos se burlaban de él y nunca lo invitaban a jugar, además, su padre no estaba presente ¿Cierto?

Las maestras conversaban felices, viendo desde la distancia como los dos niños por primera vez en el año tenían a alguien con quien jugar.

Denji se encargaba de peinar la melena falsa de la muñeca rubia con un cepillo de juguete color rosado fuerte, mientras que ella estaba parada detras suyo, colocando pequeñas evillas con moños en el cabello también rubio del muchacho.

— El pelo de tu muñeca es suave, me gusta. — conversó mientras seguía concentrado en su trabajo de peluquero. Le encantaba hablar, y a pesar de que su compañera todavía no haya abierto la boca no lo detenía para seguir compartiendo sus ideas en voz alta, sabiendo con claridad que ella lo escuchaba con atención.

Lo hacía sentir seguro.

— Tu pelo también es muy bonito — la joven lo susurró tan despacio que el ruido del viento chocando contra las hojas de los árboles podrían silenciarla, sin embargo y por suerte, él la escuchó con claridad, sonriendo por primera vez en su día.

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—¿Te comieron la lengua los ratones?