NUEVO MUNDO

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Cuando hay un nuevo jugador a punto de retar, lo mejor es entender todo sobre ese sujeto antes de sentarse con él frente a un tablero.

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Se recomienda mucho que se lea el capítulo completo como es, y no se salten a otras partes, ya que la historia se desenvuelve en un solo lugar y todos juntos. No le van a entender de qué hablan si se saltan.

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Meses atrás...

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Se sintió seguro en el momento que tomó su mano.

Buda no le había mentido, no cuando le comentó que no hay nada que te dé más paz, que tomar la mano de su amigo Jesús. El hombre lo había escuchado al momento que el nórdico le comentaba toda la situación que sabía. Le había dicho que no tenía ninguna prueba de que fuera verdad, solo una simple corazonada, a lo que el iluminado le sonrió con comprensión, y tomó su mano, asintiendo.

Había confiado en él sin problemas, sin refutarlo, solo confiando ciegamente en él, decidido a ayudarlo en su travesía.

Ahora se estaba dejando llevar por el iluminado, corriendo por su panteón en medio de la noche, viendo como el sujeto era animado, era alegre y curioso de todo. No había nada que no le interesara, y escuchaba a todos. Era un tipo inocente, pero a la vez sabio, y parecía decidido a ayudarle sin problemas. Así que corrieron juntos hasta llegar a un pequeño y humilde templo, a los pies de una pequeña montaña.

— Aquí suelo hacer mis rezos y pláticas con mi padre... aunque igual puedes encontrar a Buda dormido con millones de envolturas de dulces. — comentó Jesús. — También es una entrada al lugar secreto de Buda.

— ¿Por qué me revelas eso? — preguntó el nórdico algo confundido.

— No eres malo, lo puedo ver en tu alma. — sonrió el judío. — Además, Buda no me pediría ayuda si él pensara que estás mintiendo, yo confío en mis amigos, es por eso que confío en ti.

— Oh...

— ¿Pasa algo?

— No, es que, es la primera vez que alguien cree tan ciegamente en mí. — respondió el guerrero encogiéndose de hombros. — Es un sentimiento cálido.

— Es confianza. — comentó Jesús emocionado. — ¿No es eso algo hermoso? Un sentimiento que crece cuando más personas apoyan tu causa. Esa confianza en tu labor es hermosa, se siente como calidez en el pecho.

— ¡Lo hace! — sonrió Sigurd.

Ambos hombres acabaron por reír, pero, después se dieron cuenta que se estaban dejando llevar por la paz de las cosas simples, así que volvieron a lo suyo. Jesús acabó por encender unas cuantas velas desgastadas en ese pequeño lugar, y acabó por sentarse, a lo que invitó a Sigurd a sentarse a su lado, dando una palmadita al pequeño banco de madera.

CHECKMATE (JAQUE MATE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora