CHECKMATE (JAQUE MATE)

REYES

Los ojos de Adam se abrieron tras el primer rayo de sol.

Se encontraba en el bello Edén, recolectando diferentes alimentos para su familia. Pudo notar a lo lejos algunas nubes negras pasando por algunas montañas, pero no le dio importancia, la lluvia era fundamental para mantener al Edén en ese estado perfecto. Al llegar a casa, fue recibido por una tacleada por parte de Raiden, mientras corría sin parar alejándose de Lü Bu quien le perseguía con un machete en la mano. Adam suspiró parando a Lü Bu, haciendo que ambos se disculparan y que lo ayudarán a llevar todas las cosas dentro.

— Bienvenido a casa, padre. — comentó Jack dando una suave reverencia mientras todos sus hijos le miraban. Sonrió, amaba a sus hijos, tenían edades similares, los mayores tenían edades entre los 22-25 años, mientras los menores, eran adolescentes entre 15-17 años. —Llegaste justo a tiempo, estábamos a punto de comer.

Jack sonrió, con esa bella sonrisa que tiene, mientras arreglaba un poco la toga, estilo griego que Adam usaba, sus hijos le pidieron que la usara, ya que Adam prefiere estar sin ropa, pero, ninguno de sus hijos acepta verlo desnudo por todo el lugar. Oh, era cierto, él no tenía pudor ni vergüenza, como Eva tampoco, pero, sus hijos eran reflejo de la humanidad viviente en la Tierra, así que por ello tenían ese sentimiento.

La mayoría tenía un estilo propio de vestirse, ya que muchos se interesaron por cierto grupo de humanos. Por ejemplo, a Jack le gustaba mucho el estilo antiguo londinense, a Kojiro le gustaban en exceso los Samuráis, a Qin le encantaba la moda imperial china, etc. Cada uno era único dependiendo sus gustos.

Y no solo eso, al ser hijos directos de él, tenían una fuerza superior, por lo tanto, se estaban entrenando para ser protectores del Edén, cada uno con el estilo que quisiera, Kojiro iba casi todos los días al Dojo del Edén, donde diferentes almas de antiguos maestros que vivieron realmente en la tierra, le entrenaban. Había otros ejemplos como Nikola, que a pesar que no entrenaba en las peleas, utilizaba su cerebro para resolver todo con ciencia, crear armas, crear vida, crear luz y esperanza, le encantaba ese lado de sus hijos, cada uno tenía algo en especial.

— Vamos a la mesa. —contestó con una sonrisa Adam.

Aunque él tenía la cabecera de la mesa para sentarse, solía dejar que Qin lo tomara. Era un pequeño rey que, hacia su voluntad, y que se perdía muchas veces, pero, Adam no podía negar que era un buen líder, ayudaba a la comunidad de humanos dentro del Edén, y se preocupaba por cada uno, como si fuera un excelente emperador.

La comida fue normal, todos disfrutaban de la compañía del contrario, o al menos fue así, hasta que un golpe a la puerta se escuchó. Adam se levantó para abrir, pero Qin insistió en ir él, y justo en ese momento, en que la puerta se abrió, fue la primera vez que esos hermosos ojos con estrellas miraron los ojos de un Dios cara a cara. Tener los ojos del dios griego Hades en él, le provoco un escalofrió, pero no en una mala forma, sino, como si sintiera que ya había visto esos ojos antes, ya había apreciado ese rostro, ya había tenido una conexión con él desde antes.

No lo admitiría, pero, desde que creció en el Edén, se había dedicado a estudiar los panteones que rodeaban sus tierras, y por supuesto que el nombre de Hades brotó al conocer a las personas más importantes del panteón griego. Admiraba al rey del Niflheim, tenía un reino perfecto, y todos le respetaban, además, no podía ignorar su atractivo, era un paquete completo, pero...

Eso no negaba que verlo allí, era una clara muestra de no seguir las reglas de su padre Adam.

— Los dioses no son bienvenidos en el Edén. —dijo el chino con una sonrisa encantadora en su rostro. —Por favor, Rey del Niflheim, usted sabe los procedimientos, tienen que pedir permiso y esperar en las puertas del Edén, no entrar como si fueran invitados a nuestro hogar.