T A L I S M Á N |JENLISA & CHAESOO

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Maratón 3/4

1973

Pov Jennie.

3 días habían pasado desde el beso entre mi primo y Lisa, desde entonces deseaba que la semana terminara pronto, así Frederick no podría ver a Lisa nunca más.

En mi mente se repetía una y otra vez aquella imágen de ambos besándose y en cada repetición del recuerdo mi estómago se contraía y revolvía.

-Hey prima! ¿En qué tanto piensas que te disgusta de tal manera?- hizo acto de presencia dicha persona que rondaba en mis pensamientos estos días.

-¿De qué hablas Frederick?-le pregunte de mala gana

-Tu mente está en otra parte y tu ceño estaba fruncido así que me imagino que lo que sea que piensas, no te agrada en lo absoluto. -dice

-Así es, detesto tanto ese pensamiento pero no es algo que te incumben Frederick, de todos modos, ¿qué necesitabas?-desvíe el tema

-Oh, quería pedirte un enorme favor querida prima.- hace una pausa- probablemente te hayas dado cuenta de que Lisa, su empleada, me gusta. Irene me ha dicho que tú y ella son bastante unidas lo cual me parece peculiar, así que sin darle más vueltas al asunto iré al grano. Necesito que convenzas a Lisa de moverse de casa a la mía o que la estropees para que tu madre la corra, así ella vendrá con mi familia y tendré más tiempo para conocerla y conquistarla. Solo haz que la despidan por favor,- pidió insistentemente, mi boca se abrió levemente ante la incredulidad de sus palabras, ¿hacer qué? está loco!, literalmente esta pidiendo que le de a Lisa en bandeja de plata.

-¿Qué haga qué? Estás loco?! Por supuesto que no te ayudaré, Lisa es importante para nuestra familia y tú llegas, la conoces un par de días y en serio crees que tan pronto Lisa es para ti o que tienes oportunidad alguna con ella? Ni siquiera tienes una sola idea de quien es Lisa por dios! Dejala en paz y marchate a tu jodida casa pronto Frederick. -dije alterada y Frederick se ponía rojo de la rabia pero más rabia tenía yo con el.

-Estúpida, con o sin ti voy a conseguir lo que deseo y ni tú ni nadie lo va a impedir.-dijo antes de marcharse al jardín. Imbécil.

Odiaba admitirlo pero tenía cierto miedo de que sus palabras se volvieran realidad y se llevara a Lisa consigo así que a partir de ese día en adelante mientras Frederick estuviera en mi casa yo observarla todo contacto entre el y Lisa. Aparentemente no habían intercambiado palabra alguna en casi 3 días y no pues hasta el penúltimo día que observe desde mi balcón nuevamente ambas figuras en el jardín charlando. La noche era muy silenciosa y tranquila al punto en que podía escuchar un poco de su conversación. Frederick inició disculpándose por lo del beso hace unos días y Lisa acepto sus disculpas, hablaron un rato de cosas al azar y le dió tantas vueltas hasta que finalmente escuche a Frederick confesar que estaba interesado en ella y que realmente deseaba que se mudará consigo a Washington, ofreciéndole cantidad exageradas de dinero como paga y yo realmente temí por ello. Lisa no era interesada con el dinero pero era necesitada de el. Cuando Frederick le pregunto a Lisa ¿Qué dices, aceptas? Un susurro angustiante salió de mis labios "por favor di que no Lis" y como si te una especie de conexión telepática se tratara ella dirigió su mirada hacía mi balcón en donde nuestras miradas se encontraron y yo con angustia le negue con la cabeza que no lo hiciera. Entre dentro de mi habitación escondiendome tras las cortinas antes de que Frederick me notara pero el al parecer no prestaba atención a lo que Lisa observaba.
-No decidas hoy, hazlo mañana pero si decides aceptar prepara de paso tu maleta porque parto mañana por la tarde. -alcance a escucharlo, luego lo ví tomar su saco y retirarse con una sonrisa arrogante en el rostro. Lisa se quedo ahí en blanco, luego de esperar para que Frederick estuviera en su habitación, yo salí sigilosa y me dirigí al jardín junto a Lisa, para mi sorpresa ella ya no se encontraba ahí. Inconforme me dirigí a su ventana y dí tres golpes despacio y ella con su cara confusa se asomó y me vió a través del cristal, le hice una seña para que me abriera y tras unos segundos la puerta se abrió dejándome pasar al interior de la casa.