CELO [KOOKV]

Capítulo 3

Narrador omnisciente.

El Alfa Jungkook arrojó con mucha fuerza  el hacha hacía un costado ocasionando un ruido contra el suelo. Escuchó unas risas cercanas, sabiendo muy bien a quiénes pertenecían y suspiró pesado.

Había sido humillado, ignorado o al menos de esa manera lo veía su animal interior.

La verdad, debía aceptar que era de esa manera. Taehyung ni si quiera se dignaba a mirarlo, era como si apenas pudiese soportar tenerlo cerca.

Pensar aquello le dolía demasiado.

No quería ser un acosador, uno de esos tantos Alfas que no lo dejan en paz, pero era la única forma de llamar su atención, o al menos intentarlo.

Estaba al tanto de que Taehyung podía tener disponible para formar pareja a Alfas mucho más fuertes, mucho más guapos, más valientes, o tal vez más dominantes.

Pero ninguno podría adorarlo como él lo hacía.

No era una tonta atracción física, no quería sólo meterse entre sus piernas en la época de celo, eso era bastante obvio pero no estaba de más aclararlo. Todos creían que quería sólo sexo con el Omega más bello de la manada ya que era joven e inexperto.

¿Cuál Alfa no notaría a Taehyung?

Por supuesto quitando a su hermano Kim SeokJin y a aquellos que ya están enlazados.

Pero lo que pensaban los demás no estaba ni cerca de ser la realidad. Lo que le pasaba a Jungkook con respecto a Taehyung se trataba de un sentimiento casi sobrenatural, era amor puro.

Jeon Jungkook tuvo su primer celo, presentándose así como un Alfa, a su vez teniendo una regresión.

Su lobo se presentó y le recordó, rápidamente y de forma bastante resumida, sus vidas pasadas.

En todas Taehyung era su pareja.

No es que antes de su presentación no sentía una tremenda gratitud hacía la Diosa Luna por haber creado tanto arte (Taehyung), pero no entendía del todo sus sentimientos.

La leyenda dice que la Diosa Luna creó a los Alfas y Omegas.

Los Alfas eran los más fuertes y dominantes, pero necesitaban a su lado a alguien que los complementen y los amen incondicionalmente.

Los Omegas, sumisos y receptivos, eran su otra mitad.

El alma de los seres humanos era una sola, la misma desde su creación y a través de los tiempos.

Pero siempre se suponía que debían estar destinadas a encontrar a su primer compañero. Por supuesto puede haber ocasiones en que los "destinados" no se encuentran y viven una vida llena de vacío, amargura y dolor.

Sabe que fue afortunado no sólo de encontrarlo, sino también de recordar lo que vivieron anteriormente.

Pasaron tantas vidas juntos que le parece un insulto o irreal que Taehyung lo ignore así.

Tal vez si el Omega recordara la vez que lo tomó en el granero mientras una fuerte tormenta azotaba  el pueblo en el que vivían. O aquella vez en la que él era un Emperador y el padre de Taehyung se lo dió en modo de pago por la paz entre su reinos.

Sin mencionar una de sus favoritas, o mejor dicho de las más recientes:
Taehyung era un conocido modelo de los años 70 y el su guardaespaldas.

-Oye niño - Jungkook giró su cabeza para observar a Oh Sehun, el hijo del líder acercándose a él.

Jeon mordió su lengua tratando de calmar a su lobo, pues Sehun era un maldito idiota burlista, maltratador, aprovechador, y para completar, estaba detrás de su Omega.

Pero no quedaba todo ahí, había escuchado que entre Taehyung y él ya pasó algo, no estaba muy seguro qué, pero para Oh era suficiente para creer que ya había sido elegido a ayudarlo en el celo.

No mientras él esté vivo.

El menor se giró dándole la espalda nuevamente y recogió el hacha colocándola en su hombro izquierdo ignorando por completo al Alfa restante.

-Te estoy hablando imbécil- Siguió Sehun tomando a Jungkook del brazo y obligándolo a girar, quedando frente a frente. Los Alfas se miraron a los ojos, destellando furia en ambos pares pero ninguno apartó la mirada -¿Recuerdas lo que te dije la vez pasada? -

Jeon se soltó del agarre y caminó varios pasos hacia atrás, siempre sosteniendo el hacha con su mano y hombro, según el le daba un porte más dominante y masculino.

Quería decirle tantas cosas, pero simplemente lo evitaba. No buscaba problemas con otros Alfas, aunque para los otros siempre era blanco de burlas por rebajarse a llamar la atención del Omega y no teniendo respuestas.

Pero no se comparaba con Sehun. El hijo del líder tenía cierto resentimiento con él y no sabía del todo la razón.

Pues aunque Oh estuviese "enamorado" de Taehyung se suponía, poniéndote en lugar de Oh, de que Jungkook no sería un estorbo por varias razones.

Primera, porque Oh era todo lo que Taehyung quería. Alfa, Alto, musculoso, el hijo del líder (¿quién no querría ser la pareja del futuro líder?)y no menos importante, mayor.

El Omega Kim siempre elegía a mayores que él. Jungkook apenas cumplió los diecinueve años, Oh iba para los treinta y cinco.

Y segundo, Oh no sabe que Jungkook es el Alfa destinado de Kim.

Entonces, ¿por qué esa necesidad de Oh en hacerlo ver cómo alguien inferior?

-No quiero discutir ahora...- Murmuró Jungkook con la voz tensa. Rogaba que Sehun se vaya y no pase a mayores pero no fue así.

Lo siguiente fue un rápido movimiento. El hijo del líder lo tomó del cuello, ocasionando que arroje el hacha a un costado, golpeando a su vez parte de su propio tobillo y pié, doloroso pero soportable, lo que no se esperó era un puño en su rostro con la izquierda del mayor.

Otro puño más, otro y otro.

-Te quiero lejos de mí Omega- Amenazó Oh  importandole poco golpear a un Alfa más joven y apenas presentado.

Tal vez Jeon podía noquearlo de un solo golpe, pero era muy inocente para notarlo y  seguir con la pelea.

"Lejos de mí Omega"

Eso lo enfurecía tanto, Sehun es un mentiroso lo sabía de antemano pero odiaba que él creyera que Taehyung era su Omega.

"Mío, sólo mío. Yo puedo completarlo y hacerlo feliz"

-Oye Sehun, deja al niño y vámonos -Se escuchó una voz lejana, seguramente se trataba de alguno de los tantos amigos del hijo del líder. Otra cosa que Sehun tenía y Jungkook no, además una mansión, carros últimos modelos, dinero, una buena familia. Jungkook estaba solo en el mundo.

El mayor lo soltó no sin antes darle un escupitajo en una de sus mejillas, y se fue riéndose como si Jeon no valiera nada.

¿Así era en realidad?