CELO [KOOKV]

Capítulo 14

Narrador omnisciente 

Varios días después del inicio del celo.

El aire en la manada era distinto. Los feromonas intensas que impregnaron el ambiente durante los días del celo comenzaban a disiparse, dejando un rastro de calma tras la tormenta. Los Omegas, exhaustos pero satisfechos, retomaban poco a poco sus rutinas. Los Alfas, marcados por el esfuerzo físico y emocional de las disputas, llevaban las cicatrices visibles e invisibles de lo que había sido una temporada brutal.

En la habitación donde Sehun había pasado sus días de recuperación, la atmósfera era distinta. No había calma, solo una furia contenida que crecía con cada segundo que pasaba. El joven Alfa observaba su reflejo en el espejo, los ojos oscuros y llenos de una determinación inquebrantable. Los vendajes que cubrían su torso eran un recordatorio constante de su derrota frente a Jungkook.

"Esto no se quedará así," pensó, apretando los dientes.

Sehun no podía ignorar la humillación. Cada palabra, cada mirada de su padre, cada comentario de los demás miembros de la manada que destacaban la victoria de Jungkook, era una daga en su orgullo. Pero lo que más le dolía era saber que Jungkook estaba con Taehyung, disfrutando de un triunfo que él sentía que le pertenecía.

—Si quiere jugar a ser el Alfa perfecto para Taehyung, entonces que lo intente —murmuró para sí mismo—. Pero le demostraré que no merece lo que tiene.

Sehun comenzaba a planear en silencio, trazando un camino oscuro. No tenía idea de que el Alfa al que odiaba compartía la misma sangre que él. Para Sehun, Jungkook no era más que un obstáculo que debía superar a toda costa.

[....]

En otro rincón de la manada, Jin y Jimin disfrutaban de una paz que parecía casi irreal después de la intensidad de los días anteriores. El Alfa no se separaba del lado de su Omega, asegurándose de que Jimin estuviera cómodo en todo momento. Ahora, con el aroma de Jin impregnando cada fibra de la cabaña, Jimin se sentía seguro y completamente amado.

—¿Cómo te sientes hoy? —preguntó Jin, acariciando suavemente el cabello de Jimin mientras ambos estaban acurrucados en un sofá cerca del fuego.

—Cansado, pero feliz —respondió el Omega con una sonrisa suave, apoyando su cabeza en el pecho de Jin—. No puedo creer que todo esto sea real, que estés aquí conmigo.

Jin rió bajo, su pecho vibrando con el sonido. —Es tan real como que nunca dejaré que nadie más se acerque a ti.

Jimin levantó la cabeza, su mirada llena de ternura y diversión. —¿Incluso si me pongo insoportable?

—Incluso entonces —respondió Jin, inclinándose para darle un beso en la frente.

Aunque la calma parecía reinar entre ellos, Jin no podía evitar pensar en el futuro. La idea de formar una familia con Jimin, de verlo con un vientre redondeado, lo llenaba de emoción y un poco de ansiedad. Quería asegurarse de que nada ni nadie perturbara lo que estaban construyendo juntos.

Nadie lo haría.

[....]

Mientras tanto, en la cabaña de Taehyung y SeokJin, Jungkook observaba a Taehyung desde la distancia mientras el Omega colocaba flores en un jarrón pequeño sobre la mesa. 

El Alfa no podía evitar sentir que el mundo entero se detenía cada vez que Taehyung sonreía, cada vez que movía sus manos con esa delicadeza que parecía innata en él.

—¿Qué miras? —preguntó Taehyung sin voltear, aunque una leve sonrisa curvó sus labios.

—A ti —respondió Jungkook sin pensarlo, acercándose hasta quedar detrás de él. Colocó sus manos en las caderas del Omega y apoyó su barbilla en su hombro—. ¿Es tan malo?