CELO [KOOKV]

Capítulo 13

Narrador omnisciente

Sehun despertó de golpe, los ojos abiertos de par en par, y una punzada de dolor recorrió su cuerpo, lo que hizo que un gruñido bajo y molesto escapara de sus labios.

La luz del hospital lo cegó momentáneamente, pero su mente no tardó en aclararse.

La derrota.

Jungkook había ganado. Su cuerpo dolía, y el sabor amargo de la humillación lo consumía por completo. El cansancio físico no era nada comparado con la rabia que hervía en su interior.

¿Cómo había permitido que esto sucediera?

Trató de moverse, pero su cuerpo no respondía como él quería. Estaba cansado, pero sobre todo estaba furioso. No le importaba el dolor, solo quería levantarse y salir de allí. Quería gritar, quería pelear, pero no tenía fuerzas. Intentó hablar, pero solo salió un gruñido bajo y lleno de frustración.

Fue entonces cuando la voz grave de NamJoon se coló en sus pensamientos, cortante y tranquila, como siempre lo hacía.

—Sehun, ya estás despierto. La pelea fue intensa, pero estás a salvo. Descansa.

Sehun apretó los dientes, la rabia se acumulaba en su pecho como una presión insoportable.

Miró a NamJoon, el Alfa que lo estaba atendiendo, pero no podía ocultar la furia en sus ojos. ¿Por qué Jungkook tuvo que ganar justo está vez? ¿Por qué se dejó ganar de esa manera tan humillante?

—¡No necesito que me cuides! —gritó con voz rasposa, su pecho se alzó con el esfuerzo de contener la ira—. ¡Yo soy un Alfa! ¡No soy un niño!

NamJoon no dijo nada, solo observó en silencio mientras Sehun se agitaba en la cama, como si estuviera buscando algo con lo que pelear.

En un rincón de la sala, el líder de la manada, su padre, estaba sentado en una silla, observando todo con una expresión severa. Su mirada no mostraba sorpresa, como si ya conociera la reacción de su hijo. Sehun no le prestó atención, su ira estaba dirigida solo a una persona en ese momento.

—¿Dónde está Jungkook? —preguntó, con una voz llena de veneno, pero también de desesperación, como si de alguna forma esperara que su padre le diera una respuesta que no lo hiriera aún más.

La pregunta quedó en el aire por un momento, y Sehun no pudo evitar sentir que algo lo carcomía por dentro. Su cuerpo se tensó al escuchar la respuesta de su padre.

—Está con Taehyung —dijo, con una calma que hizo que la ira de Sehun se intensificara aún más.

El joven Alfa cerró los ojos por un segundo, su respiración se aceleró. Sentía que el coraje lo estaba ahogando. Todo su ser ardía con el deseo de levantarse, de ir tras Jungkook, de exigirle una pelea hasta el final. Pero estaba demasiado débil, sus fuerzas no respondían.

—¡Eso es lo que pasa! ¡Nunca me tomas en serio! —Sehun explotó de rabia, sus palabras se mezclaban con un grito ahogado—. ¡Él siempre es tu favorito! ¿Por qué siempre lo defiendes, padre?

El líder de la manada, su propio padre, se levantó de la silla, su figura imponente llenando el espacio. Aunque su rostro estaba sereno, sus ojos brillaban con una mezcla de desaprobación y preocupación.

—Sehun —dijo en un tono firme, pero no exento de paciencia—. Sabes que no puedes actuar impulsivamente. Recupera tus fuerzas primero, y luego podremos hablar de lo que sigue.

Pero Sehun ya no podía escuchar. La única cosa que dominaba su mente era la imagen de Jungkook, victorioso, y él, vencido. No había aceptado la derrota, no lo haría. No sin luchar, no sin reclamar lo que sentía que le pertenecía.