Capítulo 5

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Narrador omnisciente.

Park JiMin desde que tiene memoria, se vió así mismo como un Omega con buena suerte. Se crío en una familia unida y tranquila, fue cuidado y mimado, sin un dudas un hijo planeado. Con cierta crianza, desde pequeño y antes de presentarse, se imaginaba un futuro perfecto.

Si definimos perfecto, según su perspectiva, era casado, antes de los treinta años, con un amable e inteligente Alfa (porqué sabía con anterioridad que sería un Omega) viviendo en una casa con un amplio jardín lleno de flores, y con al menos cuatro cachorros.

Si, él amaba a los niños y creía que podía ser un gran padre. Más allá de su instinto maternal que pertenecía a su lado Omega, él era cariñoso y tenía mucha paciencia.

Cuando conoció a Kim NamJoon se sintió atraído por tremendo macho Alfa. Y no va a mentir, sus primeros pensamientos fueron imaginándose debajo del ajeno, con sus piernas abiertas y el nudo del Alfa criándolo.

Lamentablemente para el Omega, las cosas no pasaron de tal manera. No es como si Namjoon y él no hayan tenido sexo, o sus momentos calientes, pero eran contados con los dedos de una mano y no todos mayoritariamente satisfactorios por más que él ponía todo de sí en los primeros encuentros.

Cuando entró a trabajar a la clínica, conoció a SeokJin y su lobo se alborotó de tal manera que no le importaba seducirlo en cualquier instancia.

Lo había reconocido como su Alfa, su destinado, y necesitaba tenerlo cerca constantemente.

Otro lamentable caso para Park es que el Alfa Seok lo ignoraba por completo, no caía ante sus  encantos y hasta parecía que el Omega no era de su agrado.

Entonces JiMin no se sintió tan suertudo después de todo.

Porque su desgracia no terminaba allí, sino que descubrió que el Alfa que se suponía era su pareja (Namjoon), también tenía ciertas desviaciones no muy comunes en Alfas. Kim Namjoon sentía la necesidad de dominar a los Alfas machos, y había elegido como su próximo punto a SeokJin.

¿Podía empeorar? Por supuesto que sí, nunca hay que tentar al destino.

Y JiMin estaba más caliente de lo normal, los supresores pre-celo ya no le hacían el efecto deseado, no lo calmaban y la necesidad de empalarse en el pene de SeokJin crecía cada vez más de manera sobrenatural.

Los últimos días amaneció tan mojado que ya no le quedaban sábanas limpias, los sueños con Seok eran tan reales que a veces dudaba de que sean sólo eso. Había tantos espacios en la clínica dónde podrían aprovechar, pero el Alfa resultaba ser todo un caballero, negándose a tocarlo por creer en la ética del trabajo, y obviamente su relación con Namjoon.

Si tan sólo supiera...

Y su pobre lobo estaba harto de ser ignorado, quería ser criado con urgencia, llenado tan mal que su ano despediría rastros de semen por días.

En momentos libres, como ahora mismo, solía "jugar" con las cámaras que se encontraban en la clínica. Él tenía acceso a todas ellas y no podía desaprovecharlo.

En anteriores ocasiones observó a Seok por éstas, nunca en una situación delicada o demasiado personal, siempre se trataba del Alfa atendiendo algún paciente, trabajando en su laptop dentro de su oficina y tal vez tomando un café en su tiempo libre.

No es acosador, sólo que no puede ocultarlo más. Está enamorado y muy necesitado. Lo desea como nunca deseó a nadie, y estando de acuerdo que la época no ayudaba, le sucedía en cualquier momento.

Así que buscó una por una llegando por fin a encontrarlo y cuando dió con él se levantó de la silla giratoria de un salto, ocasionando que el objeto caiga al suelo.

CELO [KOOKV]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora