Christine #1: Somos Sociópatas © [✓][Borrador]

VI

Stella abre la puerta de la entrada en un minuto y puedo ver a Sandra pestañeando pesadamente en el sofá. Nos observa estupefacta e ida por el sueño.

-Hola, Chris -me sonríe, para luego soltar un bostezo sonoro e irse a su alcoba para dormir.

¿Chris? ¿Desde cuándo le di esa confianza?

-Está demasiado cansada. Me pregunto qué habrá estado haciendo, aún es temprano -murmura la madre yendo hacia la mesa de centro para apagar la televisión.

No doy opinión alguna. Le echo un vistazo a mi vendaje. Cierro y abro la mano una y otra vez para acostumbrarme al dolor y a la hinchazón que ya está bajando.

-¿Quieres algo para beber?

-Agua.

Me encojo de hombros viéndola avanzar recto al frente hasta cruzar el umbral al comedor. Poco después me trae el vaso y me acerco para cortarle el camino hasta mi.

-¿Mamá ya llegaste? -escucho a Gerien gritar desde su dormitorio. Veo al pasillo de la derecha siguiendo el sonido de su voz.

-Sí, ven. Vine acompañanda.

Me bebo el agua rápido y le extiendo el vaso a Stella para que al final termine señalando hacia el comedor.

-¿De quién?

Rodeo la mesa de ocho sillas y avanzo hasta la isla central para dejar el vaso ahí. Veo que aquí se encuentra la cocina-comedor y es bastante moderna. Encimeras de cuarzo, gabinetes de madera blanca y refri de dos puertas a lo largo. A lo demás no le presto atención porque tampoco soy chismosa.

-No seas mal educado y ven a saludar.

Salgo de aquí hasta estar al lado de Stella otra vez. Puedo notar con el rabillo del ojos que Gerien está en el pasillo, pero sigo de largo hasta el sofá grande en el que me senté la otra vez.

-¿Y la señorita qué hace aquí? -asoma su cabeza por la esquina del pasillo, junto a donde yo me encuentro.

-Se quedará aquí, así que no la molestes -le advierte su madre.

Me quito la mochila dejándola a mi lado.

-¿Y en dónde dormirá? -se coloca junto a mi, sentado en el apoya brazos.

-Por hoy seré el monstruo de tu habitación.

-Vale, no me molestaría. El monstruo atropellado de mi cuarto -se burla.

Como la otra vez, se deja caer hacia la izquierda y tumbarse sobre mi regazo.

-Contaré hasta tres y si no...

-¡Gerien, deja el juego! -lo regaña Stella interrumpiéndome.

-Tengo hambre -murmura tapando sus ojos con su antebrazo.

-Ahora te traigo algo, pero deja tranquila a Christine.

Lo empujo con mi derecha y se ríe porque le hago cosquillas. Le pincho las costillas y se returce destapándose los ojos.

-¿Qué es eso? -pregunta agarrando mi muñeca izquierda, aún cuando la aparto para que no me toque.

-Una mano.

-¿Qué te pasó?

Sus ojos me ven fijamente, esta vez con el semblante serio y enojado.

-No te importa.

Tiro de mi mano pero es inútil porque no me suelta. Aprieto mi mandíbula cabreada porque continúa acostado sobre mi regazo y no deja de ver mi mano.

-¿Qué tanto analizas? Métete en tus asuntos y deja de molestar -espeto forcejeando para al final lograr que me suelte.