XXVIII

18 9 0
                                    

Sábado: 30/10/2021


Caroline ya vino, justo como me prometió que lo iba a hacer. Ya me dijo que estaba aquí, en McGillis y, que está alojada en la casa de la abuela. Conociendo esta información no estoy dispuesta a perder el tiempo, sin embargo tampoco a que sospeche.

Por eso continúo tratandola como siempre lo he hecho. En todo el día únicamente recibo información de Lucifer. Malak, está ocupada con un trabajo y Marvel no ha salido de su habitación en todo el día. Él está viviendo con ellas en Pinkhell.

En fin... Al igual que mi maldita madre, yo tampoco salgo de mi alcoba para nada que no sea comer o ir al baño. Sandra en varias ocasiones se me acercó en llanto porque teme que a Gerien le haya sucedido algo. Por eso, cansada, exploto:

-¡Deja de llorar! -espeto-. Tu hermano se fue por cobarde -gruño harta de tanto lloriqueo.

-¿De qué hablas?

-La noche antes de que se fuera, nosotros estuvimos juntos -suelto esperando que ahora entienda-. Huyó porque al parecer creía que luego de lo que pasó yo lo retendría para tener una relación seria. ¡Él no está muerto! ¡Ni está secuestrado! ¡No le pasa nada! ¡Está bien! ¿Ok? Ya para de llorar como tonta porque me tienes hasta los cojones, Sandra -reclamo con la sangre hirviendo.

-¡Tampoco me tienes que tratar así!

-Ya lo hago. ¿Qué vas a hacer? -la insito y baja la cabeza porque sabe que no podrá conmigo-. Ahora sal de aquí, y ya deja de llorar por gusto.

-Yo solo venía porque creí que éramos amigas.

-¿Disculpa? -me burlo-. No somos amigas, solo te aguanto porque eres demasiado buena y porque eres hija de Stella.

Hace un mohín de dolor.

-¿Ya te puedes largar? -espeto señalando la puerta.

-Eres muy mala, Christine.

-Gracias. -En mis labios se dibuja una sonrisa torcida.

-No sé cómo mi hermano puede estar enamorado de tí -farfulla secando sus lágrimas con rabia.

Me carcajeo con sorna.

-¿Enamorado? ¿Te estás escuchando? Los sociópatas no nos enamoramos, porque el amor es un sentimiento tan plano que aparentemente ni existe en nosotros -le informo siendo cruel con ella.

-Eso eres tú, pero él es diferente -afirma-. Y como te haces la que lo sabe todo, no todas las personas son iguales, o sea que él tampoco se parece a tí ni a ningún otro sociópata que exista -espeta sacando las garras y la observo con burla-. Ahora por decirte eso me va a matar -lo analiza mejor frotándose la cara estresada.

Me río por lo bajo.

-Como quiera ya lo sabía.

-No le digas que yo te dije -me pide.

-Tampoco me importa. Ni siquiera pienso volver a hablar con él por cobarde -gruño recordando su idiotez.

-Me voy -dice y agito la mano burlona mientras se acerca a la puerta viéndome-. Te vas a quedar más sola de lo que estás si sigues así -me advierte antes de cerrar la puerta.

Christine #1: Somos Sociópatas © [✓][Borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora