DECISIÓN

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— ¿Qué hay? —me saludo Nino con su tono relajado de siempre mientras se sentaba en su asiento.

—Hola, Nino—Le respondí cansado

—Viejo, tienes unas ojeras terribles—Me decía mientras me miraba fijamente

—Sí, no lograba conciliar el sueño. Me quede despierto hasta las 5 de la mañana.—

—¿tanto así? Descansa en la clase de la Srt. Bustier yo te cubro y te pasó mis apuntes —

—Gracias. Aunque la verdad me gustan sus clases: no quiero dormirme—

—Está bien. —

Entro la profesora, nos saludó y empezó a llamar lista. Estaba tan cansado que al final termine durmiéndome. Al despertar me sentí renovado, pero la clase ya había terminado.

Fui con Nino a la cafetería en lo que se acercó Alya.

— Hola, ¿qué tal? ¿Nos quieren acompañar? — nos ofreció mientras señalaba la mesa en la que estaba Marinnette.

—Claro. —respondí.

— ¿Van a venir a la tarde de juegos? — Nos pregunto

—Sí, aunque no me voy a quedar mucho tiempo— Les dije

En lo que Marinette me alcanzo una tapita de su refresquera.

—te noto algo casado. Digo cansado hayyyyyyy— decía Marinette mientras al terminar de decirlo coloco su frente en la mesa.

No pude evitar soltar una carcajada. —Gracias— respondí y sostuve la tapa.

Tenía un intenso aroma a café. Justo como me gusta.

—Está delicioso, Marinette. Realmente lo necesitaba—

—Al fin no dormir sirvió de algo. — Dijo Marinnette.

Todos nos reímos.

Comenzaron a charlar, pero yo me sentía algo ausente. Por momentos trataban de incorporarme a la conversación; sin embargo, aunque lo intentará, era muy agotador.

En cierto punto, me eche sobre la mesa mientras pensaba que tal vez hablar con mi madre me haría sentir mejor, llevarla unas flores y despedirme como se debe. Ayer u hoy en la madrugada me convencí de no apoyar a mi padre. Cuánto quisiera dejar todo como esta, pero ahora debó de mentalizarme para derrotarlo. Ojala pudiera hacerle cambiar de opinión. Lo tengo que intentar, aunque sepa que probablemente al intentarlo solo lo aleje más. Tengo que serle sincero para no arrepentirme.

Mientras estaba apoyado, sentía por algunos momentos como Nino, Marinnette y Alya me observaban algo preocupados. Ojala no este tensando el ambiente.

—Chicos, yo voy ya yendo a la clase—dije algo nervioso e incomodo

Nino me miro —Yo también voy a clase— me agarro del hombro y me acompaño.

—¿Hay algo qué te preocupa, viejo? Te noto muy ausente. —Me dijo Nino preocupado.

—No te preocupes. La verdad es que prefiero un rato caminar y despejar la mente. Ya luego los alcanzo—

—Está bien. Cualquier cosa me avisas— me sonrió y se fue donde Alya

Siento que si me hubiera acompañado no habría servido porque no puedo contar a nadie lo que sé o siento. No es fácil resguardar tantos secretos. Sobre todo cuando casi toda la gente que me importa porta una identidad secreta. Ladybug que a pesar de no saber nuestras identidades y nada de mi vida privada, confía que estaré ahí; mi padre que me confió su secreto; y Natalie que también está involucrada. Me siento tan culpable. Con qué cara voy a mirarle en la cena a mi padre. Si lo voy a traicionar revelándolo todo.

¿Estoy haciendo lo correcto?

Espero que sí. 


Gracias por leer.  Nos vemos el siguiente sábado con nuevo capítulo. 

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<3

EL INANIMADO QUE SIENTE - MIRACULOUS LADYBUGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora