EL INANIMADO QUE SIENTE - MIRACULOUS LADYBUG

CALLÉ

Hoy día fue un día tan pesado. La verdad me siento muy desganado. Desde la mañana no tengo ganas de hacer nada: sentía que no había sentido alguno en lo que hacía y simplemente me moví por costumbre.

Aunque ese día todos mis amigos me miraron un poco preocupados. Supongo que era porque el viernes me fui sin avisar y tal vez Nino les contó cómo me despedí de él tres veces sin darle un porqué de mi comportamiento.

Entré al salón como siempre. Aun así Nino me pregunto cómo me sentía y si quería hablar de ello, luego los demás me preguntaron por qué me había ido tan rápido y me comentaron que estaba muy serio. ¿Habré estado serio? porque yo creí que estaba actuando como siempre.

La clase terminó y después de almorzar regresé al colegio para mis clases de esgrima. Llegué más temprano de lo usual y me encontré con Kagami. Se encontraba practicando movimientos con su espada. Me saludó y continuó practicando. Ya no veía en ella rastro de enojó por mi estupidez al querer forzarme a amarla. Realicé el calentamiento y me permití mientras practicábamos ser sincero con mis pensamientos a alguien aparte de Plagg.

—Las cosas no cambian— le dije serio

—No cambian solas— me respondió ella

—Sí, pero hay personas que no quieren cambiar. Un ejemplo pueden ser nuestros padres—

—¿Qué cambio buscas, Adrien?

—Del que me quite la incertidumbre. De qué me sirve haberme enterado de tantas cosas si el único que cambia por ello soy yo. Hace poco creí que al fin me escucharía, pero es igual que siempre

— ¿Qué te enteraste? —me preguntó y dejo de practicar con su espada.

—Algo que ni yo entiendo.

—Vaya. Al menos esta vez no me mentiste. —Me dijo mientras sonreía internamente.

— Si te soy sincero yo también estoy cansado de mentir. Kagami yo...

Realmente quería contarle todo. Estaba cansado. Hay tanto que escondo. Mi identidad como Cat Noir, la identidad de mi padre como Shadow Moth, que soy un sentimonstruo y que según mi padre soy la causa de que mi mamá muriera. No importa como lo adorne. Todo ello es un hecho. Sé que aún no pasó mucho tiempo, pero cuánto le costaba a mi padre mantener su promesa y estar presente aunque sea solo una vez más en la cena. Por qué así solo siento que estoy en segundo plano, que todo ello es verdad y que en realidad no le importo.

—Kagami yo...—dije dudando—No creo que pueda contárselo a alguien. —y mire abajo.

—No tienes que soportar todo solo. Pero está bien si no me quieres decir.

Hubo un silencio largo.

—¿Qué cambio buscas tú en tu vida, Kagami? —Le pregunté a pesar de que no se le veía incomoda. Era yo el que se sentía incómodo.

—No estoy segura. Solo sé que voy a hacer que mi madre note lo capaz que soy y me deje tomar más control en mi vida. Podría decir que ese es el cambio que quiero: control.

Le observe admirado. Ella es más independiente que yo. En mi caso, antes me bastaba con estar con mi familia, pero creo que me perdí.

Después nuestra charla se tornó más mundana y en cierto punto llegaron los demás. Realicé mis responsabilidades, tareas y finalmente me eché en mi cama. Le pregunté a Natalie en qué momento mi papá estaría desocupado y a la hora que me indicó fui y otra vez antepuso su trabajo. Finalmente llegó la hora de dormir y no pude hacer más que pensar.

Tal vez ese día en el que me llamó, cuando estaba en la casa de Marinette, debí preguntarle y escuchar lo que sea que tenía para decirme. Fui un idiota. Aun así no entiendo por qué me evita tanto. Aunque hoy casi le cuento todo a Kagami. ¿Por qué calle? si no le iba contar, por qué lo mencione.

¿Qué estoy haciendo?

Bueno. Ahora que sé que mi papá no va a despejar mis inquietudes, solo me queda confiar en Ladybug. Necesito saber más del pavo real, los sentimonstruos y, si lo veo oportuno, tal vez le cuente la verdad; aunque eso implique la derrota de mi padre.