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Kendall.

-Es jueves.-dice mi madre cuando abre la puerta de mi habitación, se lo que significan los jueves, me meto al baño y me doy una ducha, me pongo unos jeans negros y una camiseta blanca, nada muy elaborado. One Direction se encuentran sentados en la sala, con una guitarra y una libreta, probablemente escribiendo canciones para el nuevo álbum, subo al auto de mi madre y instantáneamente me pongo mis audífonos, esto me evita tener que soportar la charla de todo los jueves sobre como debo aprender a escuchar y mejorar mi actitud, y blah, blah, blah.

Voy a sacarlos de la intriga que se que tienen, los jueves son día de mi cita con el psicólogo, hace dos años que vengo todos los malditos jueves a este lugar a "Solucionar mis problemas de conducta", he tenido sesiones en pareja con mi madre, sesiones en grupo con chicos que supuestamente tienen los mismos problemas que yo y todo un montón de estupideces mas, pero mamá no me cree cuando le digo que Peter solo quiere quedarse con su dinero, ella piensa que realmente estamos logrando algo qui, y es verdad, estamos perdiendo maravillosamente el tiempo.

La secretaria me sonríe cuando me ve entrar, haces amigos después de dos años.

-Kendall, el Doctor Wood, te atenderá en unos minutos.-dice y solo asiento, no es que de verdad me importe.

La secretaria me indica que puedo pasar, esta vez entro sola, apenas entro Peter aprieta el botón de su cronometro, ¿Por que? Porque cobra 50 libras la hora. Miserable.

-Kendall Elizabeth Tomlinson Adams.-dice mientras busca entre sus carpetas mi expediente.-¿Como te ha ido esta semana?

-Comí tres veces cada día, hice mi tarea, solo maldije dos veces, y no me enviaron a la oficina de la consejera.-dije mirando la pantalla de mi celular.

-Bien, me contó tu madre que tu hermano volvió a casa hace unos días, ¿como te sientes con eso?

Sinceramente creo que podría ser psicóloga, si me pagan solo por quedarme sentada y preguntar una y otra vez "¿Como te sientes con eso?", pero la verdad es que seria una mierda como psicóloga, porque no seria capaz de escuchar todo el día los problemas de la gente.

-Bien.-digo encogiéndome de hombros.

El me mira expectante y luego mira el cronometro, tiene que hacerme hablar, apenas van 10 minutos, y no hay manera de que me deje salir de qui en menos de una hora. La hora termina, no logra sacarme nada, solo me aburro y juego con sus bolígrafos, mama se acerca a la secretaria con su tarjeta de crédito, este es el momento favorito de Peter Wood, cuando sabe que las cifras en su cuenta bancaria están subiendo.

-Kendall, ¿Ya puedes estar en la calle sin camisa de fuerza?-dice Louis apenas me ve entrar, no le respondo, me giro para ver a mi madre.

-¿Tu le dijiste?-digo.

-Es tu hermano mayor...

-¡No puedo creer que le dijeras! ¡Sabes hago bastante con ir, y ver como pierdes dinero y tiempo estúpidamente!-grito, furiosa.-¡Seguro ya se lo dijiste a medio Doncaster! ¿Saben que? Váyanse a la mierda, los dos.

Subo las escaleras, rápidamente y tiro la puerta de mi habitación tan fuerte que estoy segura que lo oyeron, pateo con fuerza la puerta, ¡No puedo creer que se lo dijera! Ahora va a tratarme de loca y de enferma, grandísimo idiota.

Busco rápidamente entre mis cd, no se bien que poner, apenas veo el de McFly decido ponerlo, adelanto hasta Love is on the radio y subo todo el volumen, la voz de Tom Fletcher inunda mi habitacion y yo canto con el, a todo pulmon, no me importa quien me escuche.

-¡Bájale a tus mierdas!-grita Louis desde la puerta, pero lo ignoro y sigo cantando y bailando por todo mi cuarto hasta que se va, cuando la canción termina, estoy agotada, me tiro de espaldas en mi cama, definitivamente ya se lo que voy a hacer cuando me quede sin espacio en las paredes.

Aun sigo recuperando el aliento cuando mi telefono suena, me estiro para alcanzarlo y contesto sin mira.

-Hija.-dicen del otro lado de la linea.

-¿Papá?-pregunto.

-Adivina quien esta en Doncaster.-dice.

-¡No puede ser! ¿Es hoy?-digo emocionada.

-Si, Hoy es 15.

-Este mes se ha ido volando.-comento.

-Llego en 5.-dice y cuelga.

Me miro en el espejo y estoy toda despeinada, tomo mi cepillo y me hago una coleta apartando mi flequillo de mi cara, tomo mi celular y bajo las escaleras, el timbre suena y corro hasta la puerta principal, ni siquiera lo dejo hablar cuando ya lo estoy abrazando,  lo suelto y abrazo a las gemelas, es algo duro tener una familia...rota.

-¡Kendall! ¿Que te hiciste en el pelo?-dice Phoebe tomando un mechon.

-Solo un toque de color.-dije encogiéndome de hombros.

-¡Papa! ¿Yo puedo tener el pelo así?-pregunta Daisy.

-De ninguna manera, el color de tu cabello es muy lindo.-digo.

-¿Que estas haciendo aquí, Sebastian?-pregunta mi madre.

-Es 15 Johanna, tengo permiso.-dice.

-Louis y sus amigos están aquí, llamare para que vengan a saludar-dice y procede a subir las escaleras.

-¿Cuando creciste tanto?-pregunta abrazándome.

-Siempre preguntas lo mismo.-digo.-¿Como va el ballet?

-Genial.-dice Phoebe.

-Aburrido.-responde Daisy.

Entonces, cinco torpes bajan la escalera, 4 de ellos saludan apropiadamente y se presentan, pero claro esta el mas infantil y torpe de todos, mi hermano, siempre tiene que estar con sus escenitas. Es decir, es el hombre que le dio la vida, gracias a su esperma el esta vivo en este momento, y ¿Que hace el?

-Hola Sebastian.-dice sin siquiera mirarlo. Puedo ver como la sonrisa de mi padre desaparece, y me prometo golpearlo en las bolas por eso.

-¿Saben? Creo que deberíamos ir por un helado, yo invito.-dice mi padre.-Tu tambien Johanna no quiero excusas.

Nos vamos a una de las dos heladerías que tiene Doncaster,vamos a la que esta cerca de la pista de patinaje, por un segundo pienso en pedir uno de cereza con chispas de chocolate, pero no, ese es el helado de Jack, pido un helado de chocolate blanco con fresas, y me siento a esperar el desastre, nada bueno ocurre cuando los Tomlinson están juntos.





Broken Promises. (Harry Styles.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora