Capítulo 7

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-¿En verdad piensas ir? ¿No crees que es algo raro? Digo, no sabes quién es ese hombre ¿si te está engañando?

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-¿En verdad piensas ir? ¿No crees que es algo raro? Digo, no sabes quién es ese hombre ¿si te está engañando?

Jung Min suspiro cansinamente. Dio la vuelta y le miro.

-Kyle, las mujeres tienen intuición, pero los hombres podemos solamente confiar en nuestros instintos. Confío en que aquel hombre, sea quien sea, me llevara a ella.

La menor se acercó y poso una mano sobre su hombro.

-La encontrarás. Sé que así será. -afirmó.

-Solo quiero tenerla conmigo, si pudiera regresar el tiempo y poder corregir mis acciones lo haría. Pero solo me queda confiar en aquel extraño y pensar en que la tendré de nuevo aquí conmigo.

Ambos suspiraron. Ella tomo unas prendas y las coloco en la maleta con una sonrisa en el rostro, demostrando su apoyo.

Confiaría en las palabras de su hermano y deseaba en verdad que pudiera encontrarla pronto, antes de que le pasara algo. Se encontraba muy delgado y temía por su salud.

...

Estaciono el auto y pudo divisar a una bella mujer acariciar con ternura el abultado vientre de Liz.

Una sonrisa surco sus labios.

Tiempo atrás soñó con algo parecido, su pequeña como le nombro, esperando hijos suyos.

Anhelaba tener un par de gemelos, hijos que tuvieran sus maravillosos ojos café oscuro, piel blanquecina, y sobre todo que heredara los bellos sentimientos que ella poseía.

Suspiro ante un pasado que no pudo realizarse, ahora ella era mujer de otro y se veía aún más bella, muchas veces había escuchado que las mujeres enamoradas y embarazadas son más bonitas, ahora comprobaba que eran ciertas esas afirmaciones.

El embarazo les hacía ver bellas e irradiar un aura de tranquilidad inexplicable.

Apago el auto y salió.

-Bienvenido Señor, ¿le puedo servir en algo?-le saludo uno de los guardaespaldas.

-Buenos días. Vengo a visitar a la Señorita Choi, soy un viejo amigo.

-Su nombre.

-Ji Sub.

-Permítame.

Ji Sub miro donde ella se encontraba. Sonreía y acariciaba su vientre con devoción mientras la mujer frente a ella hablaba.

Vio al hombre que le atendió llegar a ellas y fue entonces que su mirada se encontró con la suya.

La mayor miro al hombre parado frente a ellas y supo de quien se trataba.

-Puedes negarte si así lo deseas Liz.

La menor viro el rostro y negó.

-Hablare con él. ¿Me permites unos minutos con él?

Hasta el Final (Votos de Amor) 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora