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Minutos antes...
Apago el motor del automóvil, miro una vez más el contenido del sobre y le coloco en su guantera una vez habiendo terminado de leerle.
Salió del auto cerrando la puerta tras de sí colocándole la alarma.
Entro al gran edificio encontrando la recepción frente a él.
-Buenos días Jul. He venido a ver a mi esposa.-mintió, aunque no del todo, puesto que primero hablaría con "Ji Sub" y después iría a buscarle.
-Buenos días Señor, ella justamente acaba de entrar hace unos minutos. Quizá aún pueda alcanzarle.
Le proporciono el gafete para visitantes con una amable sonrisa.
Inclino levemente el rostro en forma de agradecimiento y camino al elevador.
¿A dónde había ido entonces si no estaba en el trabajo?
Dio la vuelta y pudo verla junto a "él".
"Nuevamente."
Bufó en sus adentros. Tenso la mandíbula e inhalo profundo.
Debía tranquilizarse. Después de todo, eso no acabaría pronto hasta que él no terminara su trabajo.
La observo entrar y él tras ella. Camino rápidamente a las escaleras, debía interceptarlo en el elevador. De otra manera, muy probablemente seguiría detrás de su esposa.
Sin dificultad alguna llego frente a las puertas del elevador. Por un instante creyó haber llegado tarde, pero al ver las puertas abrirse frente a él y ver la escena del rostro de aquel hombre pegado al de Liz, supo que había llegado justo a tiempo.
...
Actualidad...
Si antes había considerado una conversación de hombre a hombre, esos pensamientos se habían esfumado en un abrir y cerrar de ojos.
A grandes zancadas se acercó a él, le tomo del cuello de las solapas del fino saco y le atrajo fuera del elevador.
Ji Sub sabía que esto no pintaba bien, jamás se imaginó que aquel piloto llegaría en un momento tan inoportuno.
-Creí haberte dejado en claro la última vez que no te quería cerca de ella. ¿Acaso no entiendes? Ella está CASADA.
Enfatizó su última frase. Esperando entendiese el mensaje.
-Amor, suéltalo por favor. -pidió ella angustiada.
Ji Sub le miro y pudo ver la preocupación reflejada en sus ojos.
Hubiera dado cualquier cosa porque ese sentimiento lo mostrara hacia su persona, pero no era así.
Ella se preocupaba por aquel hombre que era ahora su esposo, aquel que estaría junto a ella el resto de sus días, quien le vería reír y llorar, tener hermosos hijos...
