One Shit (All x Sanji)

Hétérocromie

Aquel no era el momento para su pregunta, no estaba ni cerca de ser apto, sabía que era tirar una moneda al aire y esperar que el resultado no partiera su cráneo contra alguna pared o lo sacará directamente contra el mástil del barco

-Oye cocinero y por qué siempre tienes un lado de la cara cubierto?

El blondo miro de reojo a aquel espadachin quien tenía una ligera sonrisa, aquella pregunta iba con toda la intención de fastidiarlo, el cocinero bajo el fuego hasta que fue una mecha leve, se fue a buscar un sake y lo lanzó contra el verdoso, era obvio que no tenía ni idea del ambiente, no lo sabía leer y tampoco parecía tener una mínima de consiencia sobre el como actuar cuando evidentemente NO era el momento de aquello, pero vamos, hablamos de Roronoa zoro, el idiota que no entendía ni siquiera la dirección más simple

-Ten, ahora largo
-Eh?
-¡Dije largo!

Aquel chef estaba apunto de patear al marimo pero este sin refutar más había tomado su sake para irse
Le dolía el pecho cada vez que recordaba el porque, le avergonzaba y enojaba mucho lo que significaba aquello, camino a paso rápido hacia el baño deteniendose contra el espejo, sus manos temblaban mientras tenía miedo de partir el lavabo contra sus preciados tesoros, se tropezó de espaldas a la pared quedando sentado, su cabeza apoyada en aquel frío material, todo a sus ojos se veía borroso, quitó el cabello de su cara tirándolo hacia atrás, deseaba mirarse al espejo y no ver aquello
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Estaba sobre el suelo golpeado, tenía las mejillas inchadas de los moretones, su cuerpo estaba cansado sobre el piso de aquella habitación, apenas pudiendo mover sus adoloridas extremidades, fue tomado del cuello de la ropa y levantando con fuerza

-Que mierda tienes en los ojos?
-¿Uh?
-Porque son de diferente color?
-Yo no lo se...

Aquello le propinó un golpe, tras otro y otro, estaban cansando su cuerpo, los firmes puños de sus hermanos dando contra su cuerpo en repetidas ocasiones
Estaba cansado de todo aquello, más tarde durante el baño, el chico miraba su reflejo con odió, por qué debía ser el quien destaque, no bastaba con sus cejas extrañas, sus ojos dejaban mucho a desear, por qué debía resaltar?
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El tiempo se le había perdido tanto que cuando notó habían forzado la puerta, el moreno estaba en shock mirando el estado de su compañero, sollozando contra sus piernas, su cabello desordenado, el espadachin se acerco a su rival tomando sus manos entre las suyas

-Hey, Curl... Vas a dañarlas
-Zoro...

Su piel se erizo de inmediato, su nombre en la voz del oji-azul, era extraño que le dijera aquello, la situación había salido de sus manos en el momento que todo empezó, nunca lo había podido ayudar en aquellos constantes ataques de pánico que tenía, solo podía sostener las temblorosas palmas deseando que así el blondo no hiciera una locura inminente
Zoro no entendía todo el escándalo, se le hacía demasiado por una simple pregunta aquello rozaba lo estúpido y era notorio para el rubiales, sus caras dejaban en claro que no entendía el por qué de su sentir y no lo culpaba claro que no, hasta a el mismo se le hacía estúpido
Se quedó en silencio hasta calmarse, sus manos dejaron de temblar pero se sentía frío, sus palmas estaban helando, todo el cuerpo antes tembloroso tenía la temperatura baja asemejándose a una persona recién sacada de aguas profundas

-Es porque tienen... Mis ojos son.. feos
-Quien te dijo eso, curly? Lo feo de tu cara son tus cejas

Aquello hizo reír al menor quien bajo sus manos sin separarlas del contrario, se sentían calidad y ásperas, el marimo idiota hizo algo bueno protegiendo sus joyas dentro su agarre, volteo la vista y obligandose a separar una mano quiso quitar el mechon de su rostro más comenzó a temblar nuevamente, el verdoso se acercó a el posando una de sus manos en la mejilla del Rubio y con la otra quitó los mechones dorados, la mirada cristalina de aquel par lo dejo mudo, una de sus iris era ámbar, un tono hermoso que brillaba a la luz natural, la otra era de color azul cristalino, no necesitaba luz para brillar, parecía un par de diamantes en aquel rostro
El verdoso le dio una sonrisa que fue creciendo poco a poco hasta abarcar un dulce sentimiento, se acercó al blondo mientras miraba sus perlas hermosas

-Mira, no importa quien te lo dijo, están equivocados

Aquel hombre jalo al chico sobre sus piernas acomodando al cocinero en su regazo de manera que pudiera ver sus ojos claramente, acercó su cabeza contra las mejillas del chef y comenzó a repartir besos suaves, constantes y dulces por dónde anteriormente habían caído las lágrimas, suaves mimos eran esparcidos por su cabello mientras susurraba halagos hacia el heterocromatico

-Tus ojos son preciosas joyas...
Eres tan hermoso...
Tan bello...
Mi curly..
Eres precioso...
Tan guapo...

Sanji se estremecía ante cada elogió siendo mimado con besos y caricias por su cabello y rostro, entre eso no pudo evitar querer llorar nuevamente, era demasiado para el, no estaba acostumbrado a este tipo de tratos y si bien Robin le ayudaba en sus ataques de ansiedad, no lo mimaba tal como zoro lo estaba haciendo y era jodidamente extraño, pero le encantaba cada beso, cada caricia que le provocaba espasmos