One Shit (All x Sanji)

Show me

El blondo estaba recostado en los muslos del espadachín quien roncaba sosamente con la espalda pegada a la madera de aquel roble, Sanji sabía que el ajeno estaba despierto, que escuchaba el crujir de las hojas movidas por el viendo, las olas chocando de lleno contra el costado del Sunny, las suaves notas de brook que se escuchaban lejanas en su consciencia, no es que fuera menos importante, solo era lo menos peligroso

-Oye...
-Uh..?
-Me amarías...?
-Que pregunta es esa?
-Solo me dio curiosidad
-Bueno yo...

El musculoso miro al cielo un momento, la luz del sol bajando con lentitud reflejandose por las mejillas del trajeado, quien tenía los ojos puestos en la barbilla de su ajeno

-Yo te amo
-No te creo
-QUE?!

El verdoso se exaltó bajando la vista con molestia observando la sonrisa burlona de su pareja

-No te creo...
-Entonces me encargaré de demostrarlo

Murmuró levantando la vista de nueva cuenta, una isla se lograba divisar en la lejanía, llegarían al anochecer si el viento seguía soplando tal y como lo hacía en ese momento

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Desde cuándo la noche se había vuelto tan fría, buscando la calidez de manos ajenas, tratando de encontrar lo que se veía perdido a esas instancias, los edificios destruidos, los escombros dificultaban el paso del espadachín quien intentaba abrirse paso en aquel cúmulo de destrucción masiva, su vista escaneaba los alrededores buscando algun indicio de cualquiera de sus nakamas, pero el polvo creaba una densa neblina, por la cual lo único que divisaba eran siluetas muy lejanas que ante él parecían diminutas

Ruidos, muchos ruidos, más de los que cualquier persona normal hubiera soportado y aún así logró bloquear esa patada con su katana, en el aire y frente a el, un cabello negro se levantaba gracias al viento, una mirada perversa teñida de rojo se proclamó vencedora en aquel cuerpo

La danza había comenzado, continuas patadas eran bloqueadas por las espadas que temblaban en manos del experto, aquello lo estaba rebasando, su Sanji estaba perdido y sus palabras hacían eco en los oídos del enamorado

-Debes matarme cuando llegue el momento

Zoro esperaba que nunca llegará, pero no lo podía evitar, algunas cosas estaban marcadas por el cruel destino que provocaba separación en las dos almas enamoradas, perdiendo su pasión en las tinieblas levantadas sobre el desastre de la batalla

No quería hacerle daño pero si seguía con eso, conseguiría únicamente cansarse y que "eso" tuviera la delantera, no permitiría nada más, ya había tirado de todos los hilos, había engañado a sus compañeros y estaba peleando solo, como en aquel momento frente a kuma donde sus ganas de proteger a la tripulación... A su amado... Pudieron más que la muerte misma

Si en ese momento sirvió, por qué no está pasando ahora? Por que sus fuerzas se están desvaneciendo? Oh, claro, porque pelea contra su amado cocinero

Podía escuchar los gritos intensos de su capitán que intentaba llegar a la batalla, cada vez estaba más y más cerca

-ZORO!! SANJI!!

El verdoso tragaba sus lágrimas en silencio mientras blandía sus espadas sin intenciones de retroceder, eso significaría estar cediendo al destino esperanzador, Zoro no era 100% realista, pero no era un idiota, Sanji no tenía salvación, sus cabellos antes brillantes en aquel tomo rubio estaban apagados en esa melena opaca, los zafiros que tenía como ojos estaban hechos una piedra, tan dura e inquebrantable como su postura misma

Una y otra vez era empujado, su fuerza se acababa, en algún rincón de su mente aún deseaba que aquel idiota regresara en si, abatido en el suelo con el enemigo frente a si, estiró los brazos en un último intento para levantarse, poder ponerse de pie y quedar cara a cara con el Cocinero, al parecer este le tuvo la piedad suficiente como para permitírselo, Zoro se abalanzó contra Sanji, su abrazo dolía, los huesos tronaban y a lo lejos la niebla se dispersaba

La figura de Luffy era más clara, no solo su silueta, los vividos colores de su ropa, el sombrero de paja, su rostro, todo era visible

-ZORO!!

Grito con desesperación observando a sus nakamas en la lejanía

-NO, ZORO
-...
-NO TE ATREVAS!!
-...
-EXISTEN OTRAS MANERAS! POR FAVOR!!
-POR FAVOR... Por favor no me quites a sanji...

La voz del capitán iba disminuyendo considerablemente, tomo impulso y salto para comenzar a correr hacia el par, los escombros caían continuamente bajo los pies de Luffy

-Zoro por favor!!
-...
-ES UNA ORDEN!!

-YA PERDI A ACE, NO ME QUITES A NADIE MÁS!!

Gimió adolorido, su voz quebrandose cuál cristal tras el martillo de emociones, Luffy llora, Zoro llora y quién era sanji está... Quieto, mirando el vacío desastroso que había dejado, acercando sus labios al oído de zoro con una calma murmuró

-Me Amas...?

Y no aguanto más, debía de haberlo hecho pero simplemente no pudo, wado atravesaba el cuerpo delgado, su propia mano había sido atravesada en aquel movimiento, pero era imposible alejarlo, alejarse así mismo de quién amaba

Las respiraciónes cada vez más calmadas de aquel hombre iban dejando claro su rápido destino, la muerte asechaba en las sombras buscando el momento preciso para tomar a sanji con el

De rodillas y sin poder procesar mucho, Luffy miraba a su cocinero empalado a manos del segundo al mando, un temblor recorrió su cuerpo antes de poder levantarse y correr más cerca, lloraba, era difícil caminar, se tropezaba y caía con la misma frecuencia que se levantaba y avanzaba, una tortura de inicio a fin

-Z-Zoro
-Te amo... Y justo por eso, te dejare ir

Una sonrisa se formó en sanji quien levanto la mano para hacer tintinear sus dos aretes, el último de ellos brillo de un dorado intenso mientras Zoro caía de rodillas con el cuerpo de sanji entre sus brazos

-Chopper no puede curar la muerte... Luffy
-Sanji no estaba muerto cuando lo abrazarte
-Sanji estaba muerto desde antes
-Lo podíamos...
-No, no podíamos hacer nada... Le prometí algo y... Se lo cumplí

Y fue la promesa más dolorosa, renunciar al amor de su vida, matarlo con sus propias manos, Sanji le había hecho el pedido más cruel que podía existir.
Zoro le confío su vida a sanji y Sanji le confío su muerte a zoro