Me desperté jadeando, con los pulmones ardiendo y El cuerpo cubierto de sudor. Los ecos de mi grito se desvanecieron en el silencio, pero las imágenes quedaron grabadas en mi mente: las manos de aquel hombre rodeando mi garganta una vez más.
Pero esta vez, no había ninguna bestia para intervenir. Ninguna fuerza sobrenatural que viniera a rescatarme.
Me quité de encima las sábanas a patadas y me incorporé, apoyando la espalda en el cabecero de la cama. Poco a poco logré estabilizar mi respiración y el ritmo desbocado de mi corazón.
Había pasado más de un mes, pero el terror se aferraba a mi como en aquel día. Suspirando, dirigí mis ojos hacia el reloj de la pared. las cinco de la mañana, hora de salir a correr, Una rutina que había adoptado hacia un par de semanas y me ayudaba a despejar la mente. Con la esperanza de que la actividad física deshiciese los restos del miedo que aún persistían, me enfundé mis gastadas deportivas, unos leggins y una vieja camiseta para finalmente salir a la calle.
El aire frío de la mañana me permitió poner los sentidos más alerta mientras las suelas de goma golpeaban sin descanso el asfalto cubierto de rocío. Me forcé a correr más rápido, como si así pudiera escapar de los recuerdos para siempre.
Cuando vi las luces fluorescentes del Merlotte's, el sudor se mezclaba con las lágrimas que se secaban en mis mejillas. Poco a poco reduje la marcha, aspirando ávidamente bocanadas de oxígeno, con el cuerpo dolorido pero la mente, por fin, felizmente en blanco. Regresé a mi adosado y Tras una larga ducha, volví a sentirme medio humana. Los huevos chisporroteaban en la sartén, y la simplicidad de preparar el desayuno me brindó la seguridad que tanto ansiaba.
Después de comer, cogí mi novela de la mesita de café y salí, buscando desesperadamente otra distracción. Me recosté en la vieja mecedora del porche disfrutando del sol matutino que se filtraba a través del dosel de hojas de roble. Ese era mi momento favorito del día, unas horas de tranquilidad antes de que llegaran el ajetreo y las exigencias propias del trabajo.
Lo que había empezado como una suave calidez durante las primeras horas de la mañana se había convertido en un calor sofocante que me empapaba la piel de sudor y me impedía concentrarme en el libro. De mala gana cerré la novela y enfilé mis pasos hacia el interior del adosado, esperando que el relativo frescor de la cocina Aliviara mi cuerpo febril.
Tras servirme un gran vaso de t helado de la jarra de la nevera, bebí con fruición el refrescante líquido apoyada en la encimera.
Después, volví a rebuscar en el frigorífico los ingredientes necesarios para preparar una ensalada. El pollo, los tomates, la lechuga y la vinagreta se mezclaron en el bowl que trasladé al sofá, y encendiendo la televisión, me llevé un bocado de ensalada a los labios mientras Jerry se quejaba de su nueva novia.
cuando el final de la tarde había llegado todos los miedos de aquella aterradora pesadilla se habían desvanecido, gracias al aire fresco y la luz del sol, y estaba más que lista para zambullirme en el caos del Merlotte's una vez más.
Mientras servía bebidas y comandas sin parar a la clientela habitual del bar, me permití relajarme por fin y pensé que el turno transcurriría como otro cualquiera, pero estaba muy equivocada. Cuando recibí una bandeja llena de humeantes y jugosos filetes de manos de Antoine para El sheriff Bellefleur y sus muchachos, enfilé mis pasos hasta su mesa haciendo equilibrios con el recipiente, y depositando cuidadosamente los platos sobre el tablero con mi mejor sonrisa, escuché unas palabras que me helaron la sangre.
—Hemos encontrado a otra chica esta mañana —comentó el sheriff a los demás con tono grabe.
Asombrada, comencé a retroceder lentamente alejándome de aquel lugar. pero mi maldita curiosidad hizo aparición una vez más. Me agaché, simulando atarme los cordones de la zapatilla, y desde mi posición logré captar fragmentos de la conversación en medio del alboroto de los parroquianos y el constante tintineo de la cubertería.
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Hope (Sam Merlotte)
FanficHope Carter llega al pequeño pueblo de Bon Temps para rehacer su vida e intentar olvidar su turbulento pasado. Pronto, una oleada de asesinatos sacude la hasta ahora pacífica comunidad. Cuando un trágico suceso afecta directamente a la protagonista...