Al siguiente día me levanto temprano, me alisto para ir al trabajo y esta vez no paso por Kathe ya que es el día libre de ella, sigo derecho al edificio y mi jefe me pide que llame a los protagonistas para que empecemos a pasarles los libretos, <<por qué a mí me toca>>, bueno empiezo a buscar los números telefónicos y a llamar, de ultimas decido llamar a Mario porque él de alguna manera me intimida.
-¿Diga?- contesta Mario
-Hola. Buenos días, soy Valeria Gómez, de la cadena de televisión Barcelona Televisió, solo llamaba para citarlo a la reunión de actores y entregarlos sus correspondientes libretos.- me tiembla un poco la voz, no sé por qué me pongo nerviosa, si no somos nada.
-Hola Valeria, que gusto volver a escuchar esa voz, vale a ¿que horas tengo que pasar?-
-A las tres de la tarde está bien.- le aseguro.
-Ok, muchas gracias.
-No hay de que, nos vemos más tarde.- esto suena más como si fuera una cita de los dos, pero no es solo trabajo.
Sigo trabajando en mis cosas e organizando los libretos, cuando acabo me dirijo a almorzar y después me devuelvo al edificio. Ya son las tres de la tarde y todos nos están esperando en la sala de audición.
Cuando estoy dirigiéndome a la sala de reunión, me tropiezo con alguien, los libretos caen al piso y se disparsen por todo lado, cuando levanto la mirada, me encuentro con los ojos de Mario, se disculpa.
-Lo siento nena, como siempre estropeándolo todo, ¿quieres que te ayude a recoger las cosas?-
-Pues si no te molesta, sí. - lo miro y observo como viene de guapo con un pantalón negro, una camisa lila y un suéter gris oscuro, es demasiado lindo en todos los sentidos, bueno no sé como sea sentimentalmente, pero parece que es bien.
-creo que nos están esperando a en la sala de audición- le comento mientras nos dirigimos hacía la sala y me sonríe.
Al llegar allí mi jefe habla con todos los actores y a cada uno le cuenta el papel que le toca desarrollar, al final entregamos los libretos y cada uno lo estudia de re ojo. Ya se ha acabado la reunión y todos se empiezan a ir, excepto Mario.
-Hola, solo quería decirte que hoy estas... hermosa, esa falda gris y esa blusa rosa te queda de maravilla. -me sonrojo cuando me dice esas cosas, creí que iba a decirme algo respecto al trabajo y para mi sorpresa me ha echado los perros en la cara.
-Gracias, me sonrojas.- no puedo decir algo más acerca del halago, así que quito la mirada nerviosa que tengo y miro hacia los ventanales del edificio.
Se despide y lo veo salir del edificio, yo me quedo y al cabo de quince minutos me voy para mi casa, pero mientras tanto entro al supermercado y compro algo para la comida, Al estar allí me encuentro a mi amiga Camila quien me invita para que salga a rumbear esta noche, en el bar de la vez pasada. Yo acepto y quedamos de vernos a las ocho.
Llego a mi casa, decido que ropa colocarme, y opto por colocarme un vestido azul un poco ajustado al cuerpo, cosa que hace que mi cuerpo se vea mas robusto y mis senos se noten más de lo normal. Después me ducho y me aliso el cabello.
Son las ocho y sigo en mi casa, saco mi carro del garaje y no me demoro nada en llegar al bar.
Cuando llego mi amiga Camila está acompaña de su hermana Sara y de unos amigos de ella. Todos se quedan observando mi vestido y como me encuentro y creo que quedan maravillados de mi aspecto. Nos dedicamos a hablar y a beber y creo que me paso con los tragos... al cabo de media hora me encuentro bailando en la pista con mis amigas y un hombre se me acerca por detrás de mi, agarrando mi cintura.
-Hola princesa, - oigo que me dice detrás del oído- cuando volteo a mirar el chico me sonríe y yo en medio de la borrachera lo saludo.
-Hola, me llamo Valeria. -le digo mi nombre porque odio que me llamen princesa.
-Hola me llamo Jhony, ¿me permites bailar esta pieza contigo?-
-Ya estamos bailando ¿no?- le respondo, espero que no haya sonado un poco grosero pero en algunos momentos me incomoda que me hagan preguntas estúpidas.
Cuando estamos bailando <<odio de romeo santos>> bachata de por cierto, el se aprovecha que estoy un poco tomada, y me coge el mechón de mi cara y me lo acomoda detrás de mi oído, e intenta besar mis labios, yo retrocedo pero me agarra con más fuerza hacía él, y no puedo zafarme de él...
-¿Qué estás haciendo?, no seas pasado, no te he dado derecho de que me beses.
Pero él no dice nada y hace que no me ha escuchado y sigue apretándome más hacía él, hasta el punto de sentir su polla dura frente a mí...
-Es que no escuchaste, que la nena no quiere que la beses?
Me parece haber escuchado esa voz antes, pero con estos tragos que me he tomado no recuerdo muy bien, cuando me volteo a mirar es Mario quien ha llegado a salvarme.
Mario por su parte se dedica a pelearse con aquel muchacho que ni recuerdo el nombre, y yo solamente le pido que lo suelte. En menos de un segundo llegan los de seguridad y los separan, yo me lanzo a los brazos de Mario, debido a que me siento más protegida estando al lado de él que de aquel con el que estaba bailando.
-¿Estas bien? ¿te ha hecho daño?- me pregunta preocupado Mario.
-ha intentado besarme a la fuerza y me ha apretado contra el hasta el hecho de sentir...- en ese momento me empiezo a tapar los ojos queriendo no recordar ese paquete que se le sentía cuando me estaba apretando...- su polla dura frente a mi.
-Tranquila, ya estoy aquí para protegerte... -Mario me acaba de hablar y yo me dirijo a la parte de afuera del bar, porque siento que los tragos han hecho su efecto y estoy empezando a sentir las ganas de vomitar.
-Creo que has bebido demasiado...- comenta él mientras me sostiene el cabello y yo vomito, luego él me entrega un pañuelo que de hecho huele a menta, y hace que me calme un poco.
-De hecho hace rato no tomaba. Creo que he perdido la costumbre y hoy me han sentado mal, Gracias por todo me voy a despedir de mi amiga Camila y me voy para mi apartamento en mi carro.- le observo la cara de terror cuando se da cuenta que estoy borracha y que voy a conducir hasta mi casa.
-¿Qué?, ¿Cómo crees que vas a conducir así?- me coge la mejilla y se le notan las pupilas dilatadas.
-Sí he traído el carro sin pensar que iba a tomar más de la cuenta.
En ese momento mi Amiga Camila sale del bar y me pregunta que ha pasado, yo le cuento por encima y ella se disculpa por no haber estado pendiente de mi.
-Bueno Cami, te dejo me voy para mi casa nos vemos luego... - saco las llaves del auto y me despido de beso en la mejilla de ella.
-¿Vas a conducir en ese estado?- me pregunta ella y yo asiento.
-No, la llevaré yo, voy a hablar con el dueño del bar y le pediré que te guarde el carro y mañana pasas por él.- me mira esperando una respuesta y luego mira a mi amiga que se nota un poco sorprendida de aquel caballero, pero ella asiente con tal de que yo llegue bien.
-Vale, si no tengo otra opción, entonces sí- Mario se nota que está feliz por la respuesta.
Me quedo esperando unos minutos con mi amiga afuera mientras que Mario habla con el dueño del bar, que de hecho parecen que son los mejores amigos. El llega a mi lado y me indica a que me suba al carro, mi amiga se despide de los dos y vuelve al bar.
-Vale, es un placer llevarte a la casa en mi carro después de que estás en ese estado sin medir tus consecuencias.
-Bueno, si me vas a reclamar por lo que hago, mejor déjame aquí y cojo un taxi, ya soy adulta y se que tengo que hacer.- le respondo un poco grosera, espero no haberme pasado con él ya que se ha mostrado amable conmigo.
-Si fueras responsable. Hubieras pensado mejor en no tomar para poder conducir a la casa bien.- contesta y me deja callada, sé que tiene la razón, pero no quiero admitirlo.
El no sabe donde queda mi apartamento y cuando me va a preguntar yo ya estoy dormida.
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Casualidad.
AcakCJamás creí que mi vida fuera a cambiar cuando lo conocí a él. un hombre guapo con acento español y una sonrisa encantadora, esa sonrisa que enamoraba a cualquier chica. Yo era una de ellas, pero no pensé que enamorarme de él iba a ser lo peor que u...